𝘾OURTSHIP . punkflower [PAUSADA]

⠀ ⠀ first encounter.

había pasado una semana desde que Hobie había visto por primera vez al lindo omega llamado Miles y no se lo podía sacar de la cabeza.

veía el cielo, pensaba en Miles, miraba el suelo, pensaba en Miles, literalmente comía leche con cereal y pensaba en el omega, jamás le había pasado algo así.

y por increíble que parezca, Hobie todavía no se había acercado o si quiera hecho conversación con Miles, solamente lo miraba se lejos cuando estaban en hora de almuerzo y algunos recesos compartidos que tenían. sí, parecía un acosador, pero no le importaba.

para su suerte, Pav si que se había hecho un muy buen amigo del lindo omega, así que le decía a Hobie todo lo que aprendía de Miles. sí, suena un poco raro, pero estaba desesperado.

fue un día como cualquier otro cuando Hobie tuvo la oportunidad.

se encontraba caminando por los pasillos en dirección a la oficina del directo, ya que a su profesor de historia no le había gustado para nada que comenzara a decir a mitad de la clase que la historia de Estados Unidos había sido por el esfuerzo de inmigrantes y bajo el sudor de miles de esclavos negros.

pero él no se iba a quedar callado mientras ese viejo vejete idolatraba a Thomas Jefferson, por más que en el musical de broadway le cayera bien.

doblaba una esquina y alguien choca con él, apunto de decirle (gritarle) que se fijara por donde anduviera, hasta que vio de quien se trataba.

Miles Morales.

rápidamente se levantó, dispuesto a ofrecerle una ayuda al omega en el piso con el que había chocado.

debía actuar normal, que no supiera que todos sus pensamientos estaban plagados de él.

—perdóname, chico nuevo.— Hobie se apresuró en decir, tendiéndole una mano. algo muy raro ya que a otra persona le hubiera dedicado una mirada fría y molesta, sin molestarse en ayudarlo.

el omega la tomo con agradecimiento en su mirada, y su alfa interior no pudo evitar emocionarse al ver lo pequeña que era la mano del otro en comparación con la suya, aunque el también se sintió feliz al ver eso.

—no, discúlpame a mi, iba concentrado en otra cosa y no me di cuenta que choqué contigo.— levantándose con la ayuda del otro, Miles se paró correctamente para mirar a Hobie.

Color miel chocó con un café oscuro.

Hobie tuvo que golpearse mentalmente para no perderse en esos bellos ojos claros.

—soy Miles Morales, un placer conocerte.— el omega se presentó.

—ah sí, te conozco, eres amigo de mi amigo Pav.

—¿Pav? ¿Pavitr Prabhakar?

—sí, ese mismo, ¿sorprendido?

—ah, no, es solo que... ambos se ven como opuestos.— Miles se excusó rápidamente, sin tratar de ofender al otro.

el alfa rió divertido, no era algo que no le dijeran a menudo. su grupo de amigos tenían estilos muy diferentes entre sí.

—me lo han dicho.

Miles también rió ligeramente, notando que todas sus cosas se encontraban el piso, cuadernos y hojas regadas por doquier.

—ay no, que desastre.— rápidamente se agacho para recoger todo, cuando una mano más grande lo detuvo.

—no te preocupes, yo lo recojo. es lo mínimo que puedo hacer después de chocarte.

Miles le miró confundido.

—pero, yo fui quien te chocó...

—igual te ayudaré.

Hobie recogió rápidamente todas las hojas y cuadernos del omega, que en realidad no eran muchos y los acomodó. con un movimiento se los extendió, impecables.

—¡wow, muchas gracias!— Miles agarró todo con una sonrisa gigante que hizo derretirse internamente a Hobie, ¿podía ser más tierno?

—no es nada, pero dime, ¿por qué venías con tanta prisa.

—eso, es porque ahora tengo un examen nivelatorio por lo que venía- ay no, ¡el examen, me olvidé por completo!

Miles llevó ambas de sus manos a su cabeza, agarrándose el pelo en una mueca divertida de desesperación.

—¡me tengo que ir! lo siento mucho... ah, nunca me dijiste tu nombre.

el más alto negó divertido ante la expresión del otro.

—soy Hobie, Hobie Brown.

—bueno, lo siento Hobie, juro que te lo compensaré, ¡adiós!— y tan rápido como venía, Miles salió corriendo doblando por otro pasillo en dirección al aula de Pav.

Hobie inhaló fuertemente después de unos momentos, sin darse que todo este tiempo estuvo oliendo las feromonas del otro, miel y manzanilla, que olor más asertivo para lo que expresaba Miles. 

era perfecto.

cuando estaba por irse, notó a lo lejos otra hoja de los cuadernos del omega, debió no haberla visto mientras las ordenaba. la recogió y la miró, no pudo evitar quedar maravillado. un hermoso paisaje de un parque se encontraba dibujado ahí con lápiz grafito.

bueno, ahora tenía otra excusa para acercarse a Miles, otra vez.