1.

6 0 0
                                    

Palermo, Buenos Aires.
12:30 AM.

Bajé del Uber luego de haberle pagado. Por suerte me dejó cerca de donde estaban mis amigos. Nacho, Juli y Teo estaban haciendo la fila para entrar a Black Cream, un boliche de acá en Palermo al que venimos todos los domingos.

Me acerco despacio a ellos, estaban dados vuelta- Que onda?. - hablé alargando la última letra, colgandome de los hombros de Teo y Nacho

- Hasta que llegas boluda. - habló Juli, los cuatro reímos y saludé a cada uno con un beso en la mejilla. Me uní a la fila con ellos.

- No encontraba que ponerme, perdón. - reí

Nacho, Juli y Teo son unos compañeros de trabajo, una vuelta nos encontramos en este mismo boliche y desde ahí empezamos a salir los cuatro juntos, ahora no hay lugar dónde no nos vean juntos.

Seguimos esperando y esperando, ya habían pasado casi 20 minutos desde que llegué y recién estábamos a 8 personas de entrar.

Al fin, llegamos a la puerta. Nos revisaron así nomás, ya hasta los patovas nos conocen de tanto que venimos. Y finalmente, entramos.

Un pie que pusimos dentro del boliche y el calor y el ruido nos pegó de una, sin dejar de lado el olor a porro que se siente a kilómetros. Ya nos habíamos acostumbrado.

Cómo si fuera memoria muscular, los cuatro nos dirigimos a la barra siguiendo el ritmo de la música con los pasos que dábamos, cada tanto mirándonos entre nosotros y cantando la canción que estaban pasando, Dónde están las gatas - Daddy Yankee y Nicky Jam, poesía pura.

Ahora ya cada uno con su bebida, nos separamos, Juli y yo por un lado y Nacho y Teo por otro.
Según Juli, cuando entró vió a un chico que le llamó la atención, ahora nos encontramos en la búsqueda de ese morocho.

[...]

2:58 AM

Casi dos horas desde que entramos y el pelinegro de Juli no había aparecido, a este punto ya nos rendimos.
Nos volvimos a encontrar con los chicos y ahora estábamos los cuatro bailando en la nuestra, lo que más nos gusta de este boliche es la selección de música que tiene, puro reggaeton viejo.

- Boluda, - llamé la atención de Juli, a quien le costó un poquito ubicarse, está pasada de shots - me meo, voy al baño -.

- Voy con vos?. - me respondió casi gritando, negué con la cabeza y ella me hizo una seña de "está bien".

Ya en el baño tuve que hacer fila de nuevo, la puta madre.

- Hace mucho estás esperando? - le pregunté a la chica que estaba enfrente mío

- Unos cinco minutos más o menos, igual esto tiene para rato - me respondió graciosa, reímos.

Giovanna. Así se llamaba la chica de la fila. Luego de ese intercambio de palabras que tuvimos, seguimos hablando hasta que las dos pudimos hacer nuestras necesidades.

- Viniste sola? - preguntó Gio secandonse las manos con papel

- Nono, vine con unos amigos - me acerqué a dónde estaba ella y agarré papel para secarme las manos - Somos cuatro. Y vos? Viniste con alguien?. -

- Sii, vine con mi mejor amigo y unos amigos de el - sonreí como respuesta - Dónde están tus amigos? - preguntó al ver que no llegaba a ver mucho desde donde estábamos

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 24, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

into you; carreraaa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora