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Han Jisung un chico de 25 años de edad que se casó con un hombre maravilloso como lo era Minho. Lee Minho, su esposo de 26 años.

Ambos se casaron a los 20 años y no se arrepintieron por nada del mundo. Ambos se amaban más que a nada

Una noche Jisung estaba en el comedor trabajando, leia varios documentos de un caso que le habían dejado ya que este era abogado.

Jisung se desespero un poco y en eso Mínho había llegado a casa, dejando sus cosas a un lado.

Jisung miro hacia la puerta y ambos chicos se miraron fijamente, ambos se sonrieron de manera dulce.

– Cariño, al fin llegas.

Jisung se levantó de su asiento y se acercó a Minho quién lo abrazo, siendo correspondido de inmediato.

– Hola, mi amor... ¿Cómo te fue hoy?

– Me fue bien, ¿Y a ti? Te noto muy cansado.

– Estoy bien, sunggie, el trabajo me es muy agotante.

Minho respondió mientras sobaba un poco del pelo del menor.

– Deberíamos ir a descansar, espera, deja apago mi computadora.

Jisung respondio separandose para acercarse a su computadora para empezar a cerrar todo y apagarla.

– ¿Y tus hojas?

– No le pasaran nada, déjalas ahí.

Jisung respondio y cuando terminó se acercó nuevamente a Minho y tomo de su mano.

– Vamos...

Jisung respondió y cuando quiso caminar para ir a la habitación, Mínho jalo de él para voltearlo y así dejar un suave y dulce beso en los labios de su esposo.

Minho se separó segundos después y le sonrió cálidamente a su esposo.

– Vayamos a descansar, bonito.

Minho respondió y ambos chicos se fueron directamente hacia su habitación.

Unos minutos después de que Jisung se haya cambiado, Minho entro al baño ya que se sentía mal pero realmente no quería comentarle nada a Jisung.

Minho se miro al espejo y suspiro fuertemente.

<<< Siento que estoy empeorando... ¿Por qué me veo tan cansado? Ya no tengo tanta energía... >>>

Minho pensó y en eso solo salio del baño para dirigirse a la cama.

Minho se recostó en ella y como Jisung estaba volteado a un lado, dándole la espalda estando ya un poco dormido este se acercó a él y lo abrazo por detrás.

Dejo un beso en su mejilla y sobo suavemente de su mano.

– Buenas noches, sunggie.

– Buenas noches, cariño, te amo.

Un Jisung medio dormido hablo y Minho sonrió algo divertido y en eso apagó las luces y volvió abrazar a Jisung para que así ambos durmieran bastante cómodos.

(...)

Al día siguiente por la mañana, ambos chicos despertaron y se tuvieron que arreglar para ir al trabajo.

Cuando Jisung termino de arreglarse, este se acercó a su mesita de noche para tomar su celular y guardarlo en su bolsillo para después mirar a Minho quién estaba bastante decaído y solo se miraba a la nada.

Jisung se acercó a él y dejo un pequeño beso en su mejilla.

– ¿Te sientes bien, bebé?

– Sí, estoy bien cariño.

Hasta La Muerte, Cariño...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora