En su sonrisa descubrí un halo de luna, y en sus ojos, destellos de sol radiante. Sin darme cuenta, mi corazón se emociona, me enamoré de mi mejor amiga en un instante.
En cada abrazo, encuentro refugio eterno, sus manos suaves despiertan la pasión. Pero, ¿cómo decirle que mi amor es sincero?, indirectas le daré, llenas de emoción.
En sus palabras, encuentro melancolía, un secreto guardado entre susurrantes letras. Mi corazón anhela ser su compañía, indirectas le daré, entre versos y letras.
Cada vez que la veo, mi alma se estremece, en su mirada encuentro el significado del amor. Sus risas, su voz, todo mi ser estremece, indirectas le daré, con dulzura y ardor.
Cada canción que escucho me recuerda a ella, cada palabra parece ser escrita para dos. Pero en silencio guardo este amor sin estrella, indirectas le daré, como un misterio veloz.
En nuestros paseos, mi mano busca la suya, intentando robarle un roce de ilusión. Pero el miedo me impide confesar mi valentía, indirectas le daré, llenas de emoción.
En su risa encuentro el sol que ilumina mi vida, en sus abrazos el calor que me hace sentir libre. Pero mis sentimientos están en la sombra escondida, indirectas le daré, para que el amor no se cubra de envidia.
Cada día que pasa la quiero más y más, sus gestos, sus palabras, me tienen cautivado. Pero el temor me impide revelar mi verdad, indirectas le daré, en sueños y en suspiros callados.
En cada encuentro mi corazón late apresurado, anhelando el momento perfecto de confesarle mi amor. Pero por ahora, indirectas le daré, en secreto guardado, hasta el día en que pueda decirle con fervor.
En cada mirada, encuentro el brillo del deseo, en cada conversación, anhelos y confesiones. Mi alma grita su nombre, en silencio, sin trofeo, indirectas le daré, para no ahogar nuestras ilusiones.
En cada risa compartida, siento como florece, un amor silencioso, esperando su momento. Pero hasta entonces, indirectas le daré, en dulce miel, para que entienda que mi amor es suyo, por siempre.
En cada historia que compartimos, grabo mi mirada, en cada carcajada, guardo un sueño en mi corazón. Indirectas le daré, como una balada, esperando que el destino nos una en la misma canción.
En cada detalle de su rostro, encuentro mi alegría, en cada palabra, un susurro de amor callado. Pero por ahora, indirectas le daré, día tras día, hasta el momento en que mi amor sea revelado.
En cada abrazo guardo un suspiro, en cada risa oculto un deseo. Indirectas le daré, sin mentira, esperando que en algún momento lo vea.
En cada mirada encuentro miles de palabras, en cada gesto siento un palpitar acelerado. Indirectas le daré, llenas de esperanza, buscando el instante en que mi corazón sea confesado.
En cada paso que damos, la felicidad nos sigue, nuestros caminos entrelazados, en un eterno deseo. Indirectas le daré, como un eco que se diluye, esperando que ella descubra mi anhelo.
En cada conversación, encuentro mil razones, para confesarle mi amor, sin miedo ni barreras. Indirectas le daré, en sutiles canciones, esperando que comprenda mis sinceras quimeras.
En cada encuentro, mi corazón se desborda, pues en ella encuentro todo lo que necesito. Indirectas le daré, aunque mi alma se aborda, hasta el día en que mi amor sea el requisito.
En cada recuerdo, su imagen se despliega, en cada pensamiento, mi corazón se desvela. Indirectas le daré, con dulce entrega, esperando que un día mi amor la consuele.
En cada detalle, mi amor se dibuja, en cada instante, mi deseo se hace latente. Indirectas le daré, al viento las empuja, esperando que comprenda mi amor, inocente.
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