GoalKeeper ❥ Minayeon [Hiatus]

❥ Cap 2

Mina entregó el formulario justamente a la hora de la salida. El profesor consejero se sorprendió cuando leyó el nombre del club al que se uniría, no es que pensara que no podía pertenecer al equipo, sino que Mina se ve tan delicada para ese deporte, sin embargo, le animó en que diera su mejor esfuerzo.

La pelinegra suspiró y se encaminó a la salida, había acordado acompañar a su novia a casa, según la castaña debía enseñarle algo muy importante.

Así que ahí estaban, tomadas de la mano, mientras Nayeon habla de como no consiguió la mejor nota en su último taller, siendo Park Jihyo quien la superó. Notaba un poco de envidia en su voz pero nada malo, Nayeon es buena estudiante y le gusta sobresalir.

Bien, para aclarar, Mina, Sana y Dahyun comparten la misma clase 3-A; Nayeon, Jihyo y Jeongyeon comparten la misma clase 3-B. Nada difícil de recordar. Las demás llegarán pronto.

Cuando llegaron al hogar Im, solo se encontraba la hermana mayor, Yoona, quien saluda amablemente a Mina. Se habían conocido antes de que iniciara una relación con la Im menor, por ello no se sienten incómodas cada que se ven.

Mina que estaba manteniendo una casual conversación con Yoona tuvo que excusarse y subir a la habitación de Nayeon después de escuchar como la llamaba.

Al entrar sus circulación comenzó a acelerarse, haciendo que su cuerpo se calentase y sus rostro se volviese rojo brillante. Claro, es la consecuencia de ver a su novia en ropa interior.

Nayeon caminó hacía la ahora tímida japonesa, tomó sus manos y la jaló para que se sentara en la orilla de su acolchada cama.

Mina escuchaba borroso porque su vista estaba puesta en el tonificado cuerpo de su novia. Demonios, quería tocarla, así que estiró sus brazos para llegar a la castaña pero el ligero golpe en su mano le hizo salir de su trance y volver de su fantasía.

—¿Estás siquiera escuchándome? —Nayeon se cruza de brazos, dándole un mirada desaprobadora.

—Claro que sí.. —pero el silencio que da la castaña hace que se retracte —Lo siento, Nayeonnie, no te estaba escuchando.

Nayeon deja caer sus brazos y suspira.

—Te decía ya me dieron el uniforme de animadoras y quiero que seas la primera persona en vérmelo puesto.

Mina asiente. —¿Qué? Nayeonnie, claro que sí quiero.

Ella recuerda la primera vez que vio a Nayeon con el uniforme de las animadoras, fue el año anterior, cuando Sana la arrastró al partido de fútbol justo después de clases, la excusa: apoyar a Tzuyu. Mina ni siquiera sabía quien era Tzuyu hasta ese día. Pero toda su atención pasó a la castaña con pompones y sonrisa de conejo. Pareciera que el uniforme color blanco, albaricoque y neón magenta fue diseñado para resaltar aún más la belleza de la castaña. Después de aquel día, Mina ya no se opuso en acompañar a Sana a los partidos. Pero al igual que ella estaban muchos, iban a ver a Nayeon.

Que suerte tuvo Mina meses después, al formalizar una relación con la chica más popular del colegio.

La coreana sonríe y da vuelta para buscar en su armario. Mientras la japonesa desvía su mirada a los pósteres de Olivia Rodrigo que tiene Nayeon en sus paredes.

Unos segundos después Nayeon tiene en manos el uniforme, un diseño nuevo pero conservando los colores oficiales del equipo.

—Mira ¿no es hermoso?

—Lo es, pero estará más hermoso si te lo tienes puesto.

Nayeon sonríe satisfactoriamente por la respuesta y no tarda en colocárselo para luego modelarle a su novia. Y esta vez Nayeon deja que las manos de Mina se posen por su cuerpo.