❥ Cap 4

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—No. Puedo. Más. —Mina se recostó del marco de la portería. Estaba en su entrenamiento semanal con Gaeul y Jeongyeon.

Había estado deteniendo los balones que son pateados por sus dos compañeras. Al principio fue divertido y creyó poder hacerlo pero a medida que pasaba el tiempo y los balones eran pateados a gran velocidad se comenzó a cansar y arrepentir.

—Vamos, Mina-ssi —anima Jeongyeon acercándose. —Esto apenas inicia.

El rostro de la japonesa es palidece ante aquello.

Niega con la cabeza.

—Lo estás haciendo bien —Gaeul se une.

—No puedo, yo... —Mira sus manos cubiertas por los guantes de portero color albaricoque.

—Si puedes, nosotras también tuvimos miedo e inseguridad al principio —dice Jeongyeon, pasándole una botella de agua que fue recibida y bebida inmediatamente —Pero sabes que, estar en la portería te dará valor, tanto en la cancha como afuera. Así que confía en ti, y en nosotras que te ayudamos.

Las palabras de Jeongyeon hace que Mina se cuestione. Ve a Gaeul mirarle con una sonrisa afirmativa.

—Lo siento, soy pesimista en esto —Mina agacha su mirada. —Pero lo seguiré intentando.

—Eso es, no te rindas a la primera —dice Gaeul.

—Bien, sigamos con el entrenamiento.

Mina asiente y vuelve al centro de la portería.

El entrenamiento continúa con Mina deteniendo balones y siendo aconsejada. Para cuando da por finalizado, suelta un suspiro de alivio, sin embargo sus piernas y brazos están como gelatina, no había usado todo su cuerpo en una sola actividad hace mucho.

Apenas y pudo caminar de la parada de autobús hasta su hogar, y cuando llegó a su habitación se tiró en su cama, lloriqueando por el cansancio.

Los días siguieron pasando entre asistir a clases, salir con Nayeon y sus amistades, y entrenar cada vez más. Llegar a casa, dormir, despertar, hacer la tarea y volver a dormir.

Fue así hasta tres días antes del primer amistoso contra el colegio Yongsan, cuando al final del entrenamiento le entregaron su uniforme y ver aquello, el suéter con su apellido y número treinta y siete detrás le animó.

Ese día invitó a su novia a su hogar, así como ella había hecho con su uniforme de porrista, le mostró el suyo. Nayeon le halagó y animó mucho, sabía lo difícil que eran los entrenamientos del equipo de fútbol debido a los rumores corrían y pudo confírmalo cuando Mina llegaba a ella agotada al punto que no puede caminar bien.

—¿Estarás ahí, cierto? —pregunta Mina.

Después de enseñarle el uniforme a su novia se ofreció a llevarla a casa, para que no caminara sola.

—Claro que sí, Minari —Nayeon le da un apretón de mano antes de mirarla con una sonrisa. —¿Ya lo olvidaste? Solo la porrista principal, no puedo faltar.

Mina asiente con una sonrisa de labio.

—Además, debo animar a mi novia en su debut como jugadora de fútbol.

—Sabes... —Mina inhala y Nayeon le presta atención. —He practicado mucho, pero no me siento lista para defender la portería. —confiesa.

Nayeon se detiene y se para frente a Mina, esta le mira, sus oscuros orbes reflejan inseguridad.

—Entiendo que te sientas insegura, la primera vez siempre dará miedo, pero como dijiste, entrenaste mucho y solo tú sabes lo mucho que te has esforzado —Las manos de Nayeon toman las de Mina. —Estarás lista cuando sea el momento, así que no te preocupes por eso, lo harás genial. Y yo estaré ahí para darte ánimos.

GoalKeeper ❥ Minayeon  [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora