cap. 1 salvate

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La lluvia que parecía durar mucho poco a poco se fue quitando, pero el cielo aún seguía oscuro, el sol, escondido entre las nubes cargadas de dolor llenas de angustia por querer sacar todo, la calle se miraban tétrica las almas se encontraban escondidas ni los animales se miraban.

El sonido de mis pasos era lo único que escuchaba junto con el viento que daba una hermosa melodía. Mi gorro de lana es lo único que tapaba mis orejas junto con un conjunto que consistía en un short morado con un suéter rosa y por supuesto mis tenis, dentro del lugar donde me tenían atrapada no me daban una ropa súper bonita así que, decidí usar esto aunque no fue buena elección pero mínimo tengo algo que me cubra.

Es extraño no mirar a nadie en las calles, se acercaba navidad tenía que haber gente comprando sus regalos y cosas para la cena, ver a niños felices por buscar sus juguetes, las parejas tomándose fotos pero aún así nada…

Un fuerte ruido de un carro me asustó , rápidamente me escondí en unos arbustos un poco lejos del sonido. Por un lado se escuchaba murmullos , ¿gente? Preste un poco más de atención intentando escuchar.
- Si pude sobrevivir creo que podré con esto- su voz cálida y muy calmada se escuchaba, creo que era un chico como de mi edad.
- Cállate, van a escucharnos y no queremos eso- una voz más chillona lo cayó supuse que era de una chica
- ¡vamos Clarís! No tengas…
Su voz ya no se escucho al contrario el grito de la chica me asustó demasiado que me tape la boca, mire de reojo encontrando al chico tirado , la nieve a su alrededor se tornó de un rojo carmesí, Clarís empezó a gritar y llorar tenia ganas de salvarla pero simplemente no podía, no lo haría. Yo sola  pude salir de esto y no quiero volver a entrar si es que se trata de la misma persona.
- No, ¡no hagas esto! -grito- ¡solo queremos irnos de este maldito lugar, queremos vivir bien, queremos a nuestra…
Su golpe en la nieve me hizo tapar me la cara, su voz ya no se escucho más, lágrimas seguían cayendo de sus ojos, hasta no volver a ver una gota mas ¿no podía ignorar esto? Mi otra yo me decía a gritos que la salvará. Su mirada se posó en mi y con cansancio susurro.
-salvate...

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