cap. 2 la pulsera

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El sonido de la música me despertó, era una melodía tan calmada pero a la vez fastidiosa así que tuve que levantarme para ver de qué trataba. salí de la casa para ver que sucedía, vivo en la ciudad así que ya sabrás que hay mucho pero mucho ruido, en efecto  los locales llenos de gente, niños riendo, otros llorando por querer juguetes y cosas llamativas para ellos, parejas tomándose fotos, algunos bailando simplemente se miraba todo hermoso como vivir algo tan real pero no lo es como si fuera de fantasía, con cuidado cerré la puerta de mi casa y salí a caminar, no me importo tener ropa de dormir pues es diciembre así que nadie ve mal eso.

Cada local tenía una sensación diferente como si se tratase de lugares de otro mundo, la gente se miraba alegre muy alegre para rematar , aquí no es tan acostumbrado a ver la gente así.

Llegue a un local lleno de pulseras,  muy bonitas por cierto, colores llamativos encajaban en las pulseras , algunas eran pequeñas piedras que acompañan una tela frágil.

-Llegaste, tu pedido ya está listo- una viejita me sonrió y entro al local. Sorprendida por el comentario me quedé sin decir nada, llego con una pulsera de hilo negro en medio tenía una piedra color azul, se miraba hermosa, me la entrego y la miré.




-Creo que se equivoco , yo no pedí ninguna pulsera- por más bonita que pareciera se la intente devolver ya que en ningún momento se la pedí, ella se negó sin tomarla .

-Se que fuiste tú en el futuro, cuida la pues es la única- regresó adentro dejándome sola, seguí mirando la pulsera como si de un hechizo te dejara en shock, era hermosa eso sí lo acepto pero nunca he entrado aquí como para pedir algo así

Me la puse y seguí mirándola, resaltaba mucho mi piel, me hacía sentir importante no me quedo de otra que  caminar  por los locales, cuidando mucho la pulsera, la tape un poco ya que era muy llamativa  un olor me hizo voltear, me quedé  boquiabierta por lo sucedido, ¡se estaba incendiando una casa de madera, mi instinto hizo que corriera rápidamente al lugar para ayudar, gente con cubetas llenas de agua intentaban apagar el fuego pero era muy difícil. El señor Black me hizo parar intentando descifrar que tramaba, no le hice caso y corrí.

-¡Heather!- grito, poco a poco su voz ya no se escuchaba
Entre a la casa con cuidado ya que se estaba cayendo, literal cayendo, un voz de una chica llamó mi atención, busque por todos los lugares que podía ver pero no encontraba nada.

- ¡Ayuda!-el sonido de la chica volvió y la encontré, detrás de unos sofás, se notaba muy asustada  su piel Blanca como la nieve, sus ojos color café estaban llenos de lágrimas, la ayude a levantarse y la saqué de ahí.

- ¿Estás bien?-pregunte mientras quitaba sus mechones de su cara, se notaba preocupada y algo cansada, se separó y salió corriendo, intenté seguirle el paso pues mis pulmones se llenaban de humo, ¿ella quería matarme o que? miré a donde se fue ella y ya no la encontré. Buscaba por todos lados una ventana o una puerta para salir, pero todo se estaba derrumbando. Así es seguro es mi fin

Con cuidado me dirigí arriba para buscar una ventana, mala idea, en el momento en que pise el piso, las escaleras se derrumbaron, intenté  gritar pidiendo algo de ayuda, buscando una manera de bajar, pero  no lo lograba.

Me dirigí a un cuarto y miré a un chico sentado mirando la puerta , se dio cuenta de mi presencia y sonrió un poco ¿qué loco?  ¿Cómo puede estar tan tranquilo? ¿Qué hace aquí? Se supone que esta quemándose la casa debería salir de aquí.

- ¿Qué haces aquí? Deberías salir la casa se esta quemando, ¡vamos!- tome su mano y me dirigí a la salida, me empujó de vuelta y me miró.

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