El día había llegado, y los nervios eran incontrolables, cada minuto del día que pasaba podría que fuera uno menos, pero también planteaba la posibilidad de que todo fuera quedarse a nada y menos de ser verdad, y de ahí los nervios y el también miedo, ya que algo a mí me decía que si nos marcaban todo terminaría, ya que estaba escrito en esos villancicos que el motivo de que ellos perdieran era el no podernos marcar.
Llegaron las alineaciones unos instantes antes del partido, y la sorpresa fue de todos, pero más mía, ya que Jony iba a jugar y esa era otra de las cosas que pasaba en esas canciones navideñas. Comenzó el partido y conforme pasaban los minutos la ilusión que tantos años había permanecido, por muy pequeña que fuera, parecía desvanecerse, ya que ellos empezaron bien, o al menos se les veía mejor que a nosotros. Hubo algunas ocasiones suyas claras que por suerte o por azar fueron paradas por nuestro guardián o que terminaron fuera y fue así que llegó el descanso y pude respirar un poco.
Comienza la segunda parte y pasan los minutos, las cosas iban a mejor, o eso al menos parecía aunque aún tocara sufrir un poco, pero lo que se comentaba por la grada era que lo bueno de jugar con Jony es que antes de una hora juegas con uno más, con eso me hicieron reír un poco, pero conforme seguían pasando los minutos ya empezaba a decir que con empatar me conformaba, que de alguna manera podría arreglarse navidad azul con tal de no perder.
Quedaban unos 20 minutos escasos, cuando aquel que esa semana se había burlado de nosotros cometió un error que le costó caro, y aquella defensa (como por ahí se dice jarta de vino) se equivocó o se arriesgo sin saber el final de aquella jugada que iba a puerta, porque dicen que los adivinos no existen, pero esta historia llevaba escrita 14 años aunque con la simple intención de ser un cuento.
Estábamos a 11 metros de que navidad azul diera su verdadero comienzo, y después de todo lo que nos había separado no podíamos quedarnos tan cerca, no ahora. Para muchos puede que tan sólo fuera un gol, para muchos puede que tan sólo fueran tres puntos, pero para mí eran 14 años pasando por delante en tan sólo unos segundos y estaba escrito, ese gol tenía el dueño que iba a hacerlo desde la tercera edición de navidad azul escrita allá por el verano de 2017... y así fue, no falló y estábamos a tan sólo 15 minutos de que todo llegara y si algo nos impedía oír los lloros de los muiles, eran nuestros gritos.
Villancico: Los muiles en el piles (versión de los peces en el río).
Pero mira como lloran, los muiles en el Piles,
pero mira como lloran que este año también han perdido,
ganamos, ganamos y volvemos a ganar
y pierden los aldeanos por no poder marcar.
Están los guajes llorando
después de cada partido
la defensa es de pena
y el ataque esta podrido.
Pero mira como lloran, los muiles en el Piles,
pero mira como lloran que este año también han perdido,
ganamos, ganamos y volvemos a ganar
y pierden los aldeanos por no poder marcar.
Que bien lo estamos pasando
otra vez los aldeanos perdiendo
se fliparon demasiado
y ahora no hay remedio.
Pero mira como lloran, los muiles en el Piles,
pero mira como lloran que este año también han perdido,
ganamos, ganamos y volvemos a ganar
y pierden los aldeanos por no poder marcar.
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Navidad Azul.
No FicciónDe la época de barro sobrevivimos pocos, aquellos pocos que no pudieron convertir al aldeanismo soñaron con venganza, pero lo que aquellos niños no sabían es que los tiempos de risa con que ellos soñaban iban a llegar... Así que uno de cada uno y me...