Charlie Chaplin dijo: "Tu cuerpo desnudo sólo debería pertenecer a los que se aman con tu alma desnuda".
Bar Coco frío
―Ja, ja, ja doctora White, ¿cómo se dejó sadiquear por su profesor?
―No me dejé sadiquear, Luisa, es parte de la clase ―expresó molesta a la vez que de un solo jalón, bebió tequila acompañado de sal y limón.
―Ja, ja, ja, nada más a ti se te ocurre tomar clases de sexología y con un hombre que se atrevió tocarte las orejas de manera insinuante ja, ja, ja...
―Te explicaré mejor lo que ocurrió... Oh por Dios, mi profesor ¡está aquí!
―¿Quién es? Muero por saber ¿quién es el manoseador? ―preguntó en tono burlón, buscándole con la mirada.
―¡¿Puedes disimular?! Puede notar que le hemos visto ―dijo tratando de ocultarse de la mirada del profesor.
―De acuerdo pero dime ¿quién es? El único que vi pasar fue al rubio de ojos azul cielo que está como se le da gana; espera un momento... ¿Ese es? ―Carly asintió con la cabeza―. ¿Dónde me inscribo?
Entre tanto Carly forcejeaba con su amiga para evitar que se le fuera encima a su joven profesor, recordó las prácticas:
―Carly, ¿qué sentiste?
―Una sensación agradable, diferente.
―Señores, las mujeres son auditivas, de sensaciones externas... Se les debe hablar de manera pausada y delicada, se les toca con las manos, con los dedos y hasta con los labios. Carly, vuelve a tu lugar.
―Sí, profesor.
―Alumnos, para la próxima clase, traerán aceites aromáticos de todas las fragancias que puedan conseguir.
Los estudiantes murmuraron entre ellos sobre la extraña petición de su profesor.
Humberto recogió sus implementos académicos y como si nada hubiese pasado se retiró. Carly había quedado hechizada por aquel simple contacto acompañado de la dulce voz de su joven profesor. Por alguna extraña razón, le seguía recordando; por lo que decidió contactar a su amiga de confianza para hablarle de todo lo vivido en tan poco tiempo con un hombre que, a su parecer, fue sacado de las revistas de los hombres más guapos del mundo. No obstante, los pensamientos de Carly volvieron a ese momento de forcejeo con su amiga en el bar.
―¡Cálmate, Luisa! Espera, está conversando con una mujer, ¿de qué hablarán?
Minutos antes, Humberto visualizó su alrededor. Eligió el taburete ubicado al fondo del bar, pidió un whisky doble de 18 años.
Humberto Ardlay es considerado en el ámbito médico como un hombre calmado y elegante, que sabe escuchar y hablar en tono apropiado.
Al lado de él, se sentó una mujer con mirada triste, la cual abrió su bolso para extraer un cigarrillo, pidió al cantinero un fosforo para encenderlo.
―El fumar no le quitará los problemas de encima.
―¿Eres Pepe grillo?
―No, soy un hombre común y corriente que sabe que los vicios no sirven para aplacar el dolor de nuestras almas.
―¡Vine a beber un poco de licor a este bar y me encontré con la madre Teresa de Calcuta! Hagamos algo, eres un hombre atractivo; vayámonos a un lugar íntimo para conocer nuestros cuerpos.
―Charlie Chaplin dijo: "Tu cuerpo desnudo sólo debería pertenecer a los que se aman con tu alma desnuda."
―Me salió poeta el galán.
―No, es simplemente que el acto de sentir el cuerpo de otro se debe hacer entre dos personas que se aman sin restricción alguna.
―Ja, ja, ja, ¿eres gay?
―Soy un hombre que le gusta disfrutar la vida; apreciando los breves momentos de felicidad que se nos pueda presentar en este mundo lleno de conflictos, mucho gusto.
―Encantada de conocerlo, soy Laura Martínez, nací en México. Creo que comenzamos con el pie izquierdo, tus palabras son muy lindas. Ojalá mi exesposo las hubiese tenido en cuenta antes de serme infiel.
―Es tiempo de desnudar tu alma.
―Después de un año de estar, sabes, de tira y encoje con Raúl, mi exesposo, llegué a mi casa, al entrar a la habitación me encontré con una panty que obviamente no era mía. Al indagar, me di cuenta de que se trataba de mi mamá y si no me cree lo que le he dicho, le mostraré la foto, la tengo aquí en mi celular. ―Apreció la prueba de la infidelidad, mostrándose empático la abrazó.
‹‹Muchos preguntarán, ¿qué hago en un bar como este si soy un hombre de principios? La respuesta es sencilla: en los bares se encuentran las personas con mayores problemas espirituales, buscando a alguien con quien hablar de sus molestias emocionales; es así como decidí visitar dos veces por semana algún bar para ofrecerme como oyente››.
Las chicas observaron la escena.
―¿Te das cuenta? Está con su novia.
―Carly, eres una tonta. Te lo hubieses tirado después de clase.
―¡Luisa! ¿Qué clase de mujer crees que soy? ¡Vámonos, antes de que se dé cuenta; quizás, le incomode estar en el mismo bar que su alumna!
Se fueron de aquel sitio. Carly llegó a su casa, se duchó y se preparó para dormir con su pijama color rosa, que ella denomina de la suerte, y sus pantuflas de Barney (el dinosaurio amistoso).
Acostada en la cama, reflexionó sobre su día, el cual pasó entre nuevos conocimientos, sensaciones y un trago de tequila que la llevó a caer rendida en los brazos de Morfeo sin dejar de pensar: ¿qué pasará mañana con la clase de sexología dictada por su joven profesor que, aparentemente, es todo un casanova?
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Sexología con Sabiduría
RomansaHumberto es profesor y Carly su alumna, ¿qué ocurrirá entre estos dos jovenes entregados al amor? Estelarizada por Albert y Candy, protagonistas de la serie animada Candy Candy. Obra original escrita por Yuleni Paredes, quien tiene los derechos to...