Capítulo 1
<<Hoy es mi primer día de clases de sexología, admitiré que he escrito diversos libros de sexo, pero no se venden. Creo que me falta experiencia; por ello, decidí tomar un taller de sexología de 4 semanas, soy metódica a extremo.
Ingreso al aula con cautela, me siento y observo mi alrededor; parece mentira que en una clase criticada por el 99.9% de los habitantes hayan personas con caras de nerd. Es un hecho, los nerds necesitamos obtener un conocimiento detallado del área sexual para disfrutarlo en su máxima expresión ¿Será que el sexo, en realidad, es como la matemática que tiene una formula?>>, sus pensamientos se interrumpieron con la entrada del profesor.
─Buenas noches clase, soy el profesor Humberto Ardlay. Tomen asiento, por favor. Está clase se sale de lo rutinario, no enseñaré las partes del aparato reproductor como sucede en anatomía. Aquí, aprenderán dónde ubicar las zonas de mayor sensación íntima, ¿dónde se ubica la zona erógena del hombre y de la mujer? ¡Sentémonos en el suelo, por favor!
Mientras el profesor Ardlay daba las indicaciones para instruir mejor a sus alumnos; Carly se distraía con el cuchicheo de sus compañeras:
─¿Notaron lo guapo que está el profesor? Como me lo recomendó el farmaceuta.
─¿No debería ser el médico?
─No niñas, el farmaceuta me recomendó una fórmula magistral y así está este macho alfa: magistral. Esos cabellos rubios, ni qué decir de esos ojos azules, ¡tiene un cuerpazo de ensueño!
Carly no pudo evitar reír por los comentarios.
─Señorita, ¿puede compartir con nosotros el chiste?
―Perdón profesor, no es nada. Simplemente, me acordé de mi perrita Sacha, es divertida.
―Esperemos que no se acuerde de la perrita durante el acto sexual; incomodaría a su compañero. Señores, el acto sexual no es cualquier cosa. Es la entrega del hombre y la mujer, ambos se descubren. Quiero que palpen los puntos que les mencionaré. Inicien con el lóbulo inferior de su oreja. Señorita... ―Humberto bajó la mirada para leer la identificación de la rubia de ojos esmeraldas―. Carly, acérquese y dese la vuelta, pondré mi dedo índice y pulgar en el lóbulo inferior de su oreja. Dígame, ¿qué siente?
―Nada.
La clase se carcajeó. Bajando el tono de voz, le anunció:
―Le quitaré el zarcillo. ─Le frotó con suavidad─. Poco a poco, se dejará llevar por las sensaciones. El macho alfa acerca sus labios al cuello de la hembra, la cual siente su respiración pausada; pero intensa, incluso escuchará los latidos de su corazón. Aspire silenciosamente el aroma de su compañero. De igual manera, él disfrutará de la delicada fragancia de su chica.
Se sintió liguera como los pétalos de las rosas humedecidas por la fresca llovizna de la mañana. Al sentir el tacto sutil de las caricias, en esa zona desconocida de su cuerpo, su piel erizada disfrutó de aquel escalofrío producido por la dulce voz de su profesor que penetró en sus oídos.
―¿Sigue sin sentir nada? ―preguntó en tono cariñoso.
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Sexología con Sabiduría
RomanceHumberto es profesor y Carly su alumna, ¿qué ocurrirá entre estos dos jovenes entregados al amor? Estelarizada por Albert y Candy, protagonistas de la serie animada Candy Candy. Obra original escrita por Yuleni Paredes, quien tiene los derechos to...