Cuatro | IV

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Jungkook pensaba que jamás volvería a tener una noche tranquila, las horas se le antojaban eternas, bañado en sudor y ansioso, tuvo que encerrarse en una habitación vacía, pues ya había tirado la mesa de la sala, algunas sillas y rasgado el sillón buscando a Taehyung. Por más que intentaba masturbarse, no lograba eyacular y la frustración sólo logró hacerlo arañar las paredes desesperado y molestarse. En ese momento la excitación ya no era placentera, estaba furioso, gruñendo y ladrando como loco. 

La mañana llegó tan normal como todos los otros días, nadie tenía una idea clara de lo que estaba sucediendo, aunque alguna que otra persona aseguraba haber oído aullar al líder nadie profundizaba en el tema pues sabían que no les correspondía y porque claro, no verlo atendiendo sus labores como cada mañana ya les daba una idea. Yoongi caminaba de mala gana entre la gente de la aldea, esa mañana en cuanto despertaron Jimin y él fueron llamados a la casa de los Jeon, al principio creyeron que se trataba de algo grave pero nada de eso, o al menos no lo pensó así cuando le explicaron lo ocurrido; su tarea del día consistía en llevarle algunos suministros y comida ya preparada a Jungkook. Sí, a Jungkook, un alfa líder en su primer celo con su destinado al que, por cierto, le habían quitado y que seguro estaba furioso por ello y lo mandaban a él ¿Por qué? Porque según Seokjin si él salía lastimado no tendría que explicarle a ningún cachorro qué le pasó a su padre ya que no tenía ninguno. 

Al llegar a la casa Yoongi suspiró con fuerza y tomó las llaves que Jin le había entregado para entrar, estaba por introducirlas en la cerradura pero se detuvo, llegar de sorpresa podría resultar malo, así que en su lugar llamó a la puerta. -Hey, Jungkook, soy Yoongi y te traje algo de comer ¿Está bien si entro?- preguntó con cautela. 

Jungkook no había dormido nada. Caminaba torpemente, exhausto y triste, el remolino de emociones que tenía no lo dejaban pensar con claridad, la necesidad de Taehyung era tanta que su miembro palpitaba de manera dolorosa. Al escuchar la puerta su sentido de alerta despertó, usando la última reserva de energía que tenía para gruñir en dirección a Yoongi a través de la ventana. Yoongi era otro alfa. ¿Qué asuntos tenía ahí? Jungkook estaba tan fuera de sí que siguió gruñendo a modo de amenaza incluso cuando abrió la puerta. -¿Qué quieres? -preguntó molesto. Mirando al alfa como un adversario. 

Yoongi bajó la cabeza en cuanto Jungkook estuvo frente a él, sabía perfectamente que sería una idiotez de su parte hacerse el digno y verlo como siempre, sobre todo con el más alto en ese estado de desquicio total. -Tu madre me pidió que te trajera algo de comer.- habló tranquilo. -No tienes que dejarme pasar, sólo recibela y me iré.- comentó atreviéndose a alzar ligeramente el rostro, tal vez por la costumbre.

Jungkook estaba hambriento, sería muy estúpido de su parte rechazarla comida, pero la presencia de Yoongi lo estaba enfureciendo más. Su cabeza le jugaba mal. Imaginando que su cuñado iría a buscar el aroma de Taehyung y lo reclamaría suyo. Yoongi no era un alfa sumiso y eso hacía que su cansada mente viera reto en su mirada y Jungkook sabía que no iba a pelear por Taehyung, sencillamente se desharía de todos los que se interpusieran en su camino. Jungkook volvió a gruñirle. No le avisó una vez más y lanzó un zarpazo en el rostro de su cuñado, haciendo que un hilo de sangre bajara desde un poco más arriba de su ceja y hasta la mitad de su pómulo. 

Para Jimin la mañana tampoco estaba resultando encantadora, pero a diferencia de su esposo, él debía encargarse de Taehyung, preferiría mil veces tener que lidiar con Jungkook, pues para él, los celos intensos le parecían vergonzosos. Uno simplemente se desconocía y era hasta patético, a él le había pasado también y hubiera preferido que lo dejaran aislado y no con un grupo de omegas poniendo compresas frías en su cuerpo y haciéndolo beber infusiones para bajar la excitación ¿Qué era más vergonzoso que saber que tus padres saben que estás en ese estado por un trozo de carne entre las piernas de otro hombre? Ajeno a lo que sucedía en casa de Jungkook, Jimin caminó con tranquilidad hasta encontrar a Tae en la casa de los omegas. 

Luar [Omegaverse KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora