Segunda Temporada | VI

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Cazar es una actividad que requiere muchísima paciencia y concentración además de inteligencia, sin embargo ser cazado requiere aún más que eso, requiere astucia y unas ganas de vivir increíbles. Es por eso que Yoongi agudizó cada uno de sus sentidos manteniéndose alerta hasta del ruido más bajo que sus oídos lograrán captar, sabía que lo observaban y que debía moverse con cautela si no quería ser atrapado. Observó el lugar con detenimiento y estuvo a punto de moverse cuando ese aroma tan simple, pero característico llegó hasta su olfato y entonces supo que ya no tenía escapatoria, lo había encontrado.

-¡Gané!- exclamó la cachorra de cabellos rubios que se lanzaba sobre él para hacerlo caer sobre la alfombra. -Te gané papá ¡Mamá le gané a papá!- gritó Ara para que su madre se acercara.

Yoongi soltó una carcajada entonces y negó con la cabeza, su hija últimamente estaba obsesionada con la idea de volverse una cazadora pues no planeaba quedarse dentro de la aldea, ella quería conocer y proveer a los que lo necesitarán, tenía la bondad de sus abuelos, la competitividad de su madre y la obstinación de su padre, es por eso que Yoongi había inventado un juego en el que también la estaba preparando y que lo ponía a él como la presa. Ara era fuerte, ingeniosa y aprendía rápido, si seguía así sería muy buena. -Eres una presumida.- reprochó el alfa haciéndole cosquillas a su única hija sobre la barriga, reía con los ojitos cerrados, exactamente igual que su madre y eso hacía que el corazón de Yoongi saltará de alegría.

-Van 6 a 1 yo creo que ya te puedes rendir. -comentó Jimin llevando la merienda para sus cazadores favoritos. -¿Por qué no dejas que papá descanse un rato, amor? -preguntó el omega a su hija, la cachorra, no tan cachorra ya, asintió con la cabeza satisfecha con sus resultados. Jimin sonrió orgulloso a su esposo, había visto el progreso de su hija y no era por presumir o tal vez sí, pero sabía que tenía muchísimo potencial y Ara sabía lo orgullosos que estaban sus padres así que comenzó a platicarles sobre sus técnicas, encontrando los errores de Yoongi y haciendo reír a su madre.

Sin embargo, el bonito momento familiar se vio interrumpido cuando llamaron a la puerta y aunque no esperaban visitas, Jimin no tuvo que adivinar mucho para saber qué se trataba de Jungkook.

-¿Qué sucede? -preguntó el omega en la puerta.

-Jimin, necesito hablar contigo. -dijo Jungkook sin rodeos.

Su hermano suspiró, asintió con la cabeza y avisó a su familia que saldría un momento. - Es sobre lo de Taehyung, ¿Cierto?

-Sí, lo que sucedió en la cena... -comenzó el alfa.

-No digas más. -Pidió el rubio, agachando la cabeza y abrazándose a sí mismo. -Sé que estuvo terrible lo que dije. -Reconoció con pena. - Es sólo que me parecía increíble que Seong-Jin... ya no estuviera aquí. No era culpa de Tae, lo lamento.

-Ya no lo siento, Jimin. -confesó su hermano con un pesar que no se había permitido externar. - Dejé de sentir el lazo con mi hijo.

-¿Qué? -preguntó con un hilo de voz y sin dar crédito. -¿Él...?

-No lo sé. -contestó Jungkook con un suspiro. -Sólo dejé de sentirlo.

-Por la Diosa, Kookie, lo siento tanto. -dijo Jimin con un puchero y los ojos cristalinos.

-Taehyung no lo sabe. No quiero hablar de eso con él. A Seong-Jin quisiera poder recordarlo en el amor y no en el silencio, pero a Tae no le hace bien...

-Mamá nunca nos dijo qué pasó. -Recordó Jimin. - Sólo dijo que había sido algo grave y que por su seguridad y la de los cachorros, Seong-Jin había sido exiliado, en ese momento no pensé qué pudo haber ocurrido, me cegó el enojo, supongo que a él también.

Luar [Omegaverse KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora