Campanadas de boda

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—Rápido Chat o el villano nos atrapará —le dijo Ladybug corriendo y saltando de techo en techo—. Aún no sabemos cuál es su poder así que tenemos que ser muy cuidadosos

—Al parecer este nuevo villano es más creativo con los poderes que les da a sus akumatizados —le respondió Chat Noir también saltando de techo en techo.

Y es que este nuevo villano les había dado nuevos poderes a sus akumatizados y la verdad últimamente había sido demasiado creativo.

—¿Sabes algo M'Lady? —le pregunto y, aunque ambos ya tenían pareja a Chat se le hacía raro decirle Ladybug—. Ahora mismo esas campanas del akumatizado me hacen recordar a unas campanadas de boda.

—Alguien está muy enamorado —se burló Argos apareciendo en escena.

—Jaja muy gracioso —le respondió Chat sarcástico.

—Oigan no se si recuerdan que estamos en mitad de una batalla —les recordó Ladybug— ¡Amuleto encantado! ¿Una tostadora?

—Genial ya tenía hambre —le dijo Argos burlesco.

—¡Oye! el que se burla de los amuletos soy yo —le recordó Chat enojado.

—Bien, ya tengo un plan, creo —les dijo Ladybug.

El plan era bastante simple, Chat tenía que distraer al akumatizado, mientras Argos desarmaba la tostadora para lograr meter la mano con la cual el akumatizado lanzaba sus rayos en la tostadora y así Ladybug podría tomar el objeto akumatizado y, luego dárselo Chat para que lo destruyera, sin que la convirtieran en una campana.

—Ganamos —dijeron los tres al unísono mientras chocaban los puños, luego de esto Argos se retiró pero antes de que Chat lo hiciera Ladybug lo detuvo.

—Oye Chat —le dijo.

—¿Si Ladybug? —le pregunto.

—¿Enserio ya escuchas campanadas de boda? Eso sí que es estar enamorado —se burló.

—Ohh ¿Tú también? —le dijo Chat ya empezando a cansarse de la broma.

—Si bueno ya paro pero antes... ¡Atrápame si puedes! —le dijo antes de echar a correr a lo que Chat algo confundido empezó a perseguirla.

Así empezó una persecución por los techos de París, la persecución terminó en la Torre Eiffel cuando Chat atrapó a Ladybug y le empezó a hacer cosquillas.

—¡Bien bien ya entendí! —le dijo entre risas Ladybug— ¡Ya no te diré lo de las campanadas de boda!

—Bien pero lo prometes con la garrita —le dijo en cuanto dejó de hacerle cosquillas y levantando el dedo meñique a lo que ella lo imito y sellaron la promesa.

Una vez dicho esto los dos se despidieron y tomaron caminos separados, cada uno hacía su casa.

JULIO LADYNOIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora