IV

277 51 12
                                    

ㅡ¡Joder, viejo! ¿De verdad rentaste a tu novio? ㅡse burlaba NamJoon a carcajadas que se avivaban al ver el rostro furioso de DongHyeok.

ㅡVete a la mierda, idiota. No tenía opción. ㅡgruñó con disgusto, dándole una calada a su cigarrillo antes de tirarlo al piso cubierto de nieve.

ㅡCuando te envié ese audio jamás pensé que le harías caso, ¡mucho menos que ibas a arrastrar a JeongGukie a la mansión de mi jefe! ㅡcomenzó a reír de nuevo.

ㅡDeja de burlarte o no te daré ni un centavo de ese dinero. ㅡamenazó con amargura.

ㅡMe seguiré burlando y me darás mi parte o no recibirás noticias de tu chico y tampoco lo cuidaré.

DongHyeok bufó acorralado y sólo le restó aguantar las risas de su amigo.

Kim NamJoon era el guardaespaldas de Kim TaeHyung... bueno, uno de sus varios guardaespaldas. Conocía a DongHyeok hacía casi cinco años, se hicieron amigos en una academia de taekwondo y hasta entonces no habían perdido contacto. NamJoon había intentado conseguirle trabajo a DongHyeok junto a él en la mansión Kim, sin embargo el mayor decidió irse por el camino del dinero rápido, convirtiéndose en el mejor sabueso de un famoso prestamista, además de vender metanfetaminas de mala calidad en los barrios bajos.

Aquel sábado por la noche, NamJoon había acompañado a su jefe a esa reunión con la presidenta de una agencia de parejas y había decidido grabar la conversación por pura diversión para mostrársela a su amigo más tarde, sin imaginar que éste robaría la oferta y presentaría desesperadamente a su novio como candidato para semejante labor a la mañana siguiente.

ㅡComo sea, ¿cuándo es el primer día de trabajo de mi chico?

ㅡEl lunes el jefe tiene una reunión con su padre, me imagino que aprovechará para llevar a JeongGuk. ㅡrespondió mientras el humo del cigarro salía de su boca.

ㅡIrás con él, ¿no?

ㅡTrabajé doble turno el sábado, así que no.

ㅡ¿Cómo que no? ¿Quién le echará un vistazo a JeongGuk entonces?

ㅡEscucha, viejo, si no hubiera trabajado horas extra el sábado, no habrías tenido esta oportunidad, y no voy a matarme para tener a tu novio vigilado, mi trabajo es con el señor Kim y te haré un favor al cuidar de Guk también, pero no podré hacerlo todos los días, así que lo tomas o lo dejas.

ㅡTienes razón... es sólo que estoy nervioso dese que lo dejé con tu jefe.

ㅡ¿Nervioso por qué? ¿Crees que JeongGuk te dejará? ㅡse burló ㅡestá enamorado de ti y mi jefe no es gay. No tienes nada de lo que preocuparte además de conseguir esos billetes.

ㅡEs verdad, mi nene sólo tiene ojos para mí.

Había sido un camino largo hasta ahora, la cuidad estaba cubierta de nieve y eso alimentaba el tráfico. Durante los cuarenta minutos que llevaban atascados, JeongGuk estuvo observando el exterior sin ningún objetivo, ningún otro además de no mirar en dirección a su empleador.
El día en que llegó a la mansión, el señor Kim llevaba un traje que gritaba su puesto en la gran compañía de su padre, pero ya que hoy se dirigían a un desayuno familiar, traía puesto un pantalón de vestir con una camisa blanca de seda, fajada despreocupadamente con la ayuda de un cinturón de piel sintética, el cabello desordenado sobre su frente y un perfume celestial.

Se veía realmente bien, en cambio JeongGuk se sentía incómodo con eso que había elegido vestir, y es que no se atrevió a llevar ropa de mujer aquel día; no quería causar una mala primera impresión con su falso suegro, porque era cierto que estaba fingiendo, pero si iba a hacer el trabajo, lo haría bien, y no creyó que llegar a la casa del presidente en vestido, zapatillas y maquillaje fuese a ayudarlo con el cometido.
Así que se fue a la segura y eligió algo de la poca ropa masculina que tenía,  y realmente no se veía mal, se aseguró de eso muchas veces frente al espejo antes de salir, pero no se sentía él mismo. Además estaba acostumbrado a recibir elogios por parte de su novio cada vez que éste lo veía terminar un conjunto, pero claramente eso no iba a pasar ahora, el señor Kim ni siquiera lo miró más de dos segundos y simplemente lo llevó al auto para emprender el viaje.
Las únicas palabras que recibió de su parte fueron un "buenos días" y "tardaremos un poco en llegar".
Definitivamente se sentía solo.

Antes de que comenzara ahogarse en sus pensamientos, Kim TaeHyung le extendió una tableta que inmediatamente recibió.

ㅡLéelo con cuidado y memorízalo, probablemente mi padre haga varias preguntas sobre nosotros y debemos coincidir en nuestras respuestas. ㅡordenó.

—De acuerdo.

Se conocieron hace cuatro meses en Japón en una subasta de arte llamada "Tsukuru" en el hotel Glory ubicado en Tokyo y comenzaron a salir un mes después. Kim TaeHyung fue el primero en dar a conocer sus sentimientos luego de invitar a Jeon JeongGuk a una cena en el restaurante  Pinnalle en Gangnam una vez regresaron a Corea. Ahora viven juntos y planean emprender un nuevo viaje a Holanda dentro de seis meses. Kim TaeHyung no ha conocido a los padres de Jeon JeongGuk pero lo hará pronto.

Era corto pero contundente. Tenía los detalles necesarios y no creía que fuera a necesitar otra cosa, siempre y cuando no hablara de más, todo estaría en orden. Se aseguró de leerlo un par de veces más hasta que lo memorizó, y para cuando eso pasó, el señor Kim avisó que faltaba media hora para arribar.

JeongGuk hizo un sonido de conformidad y devolvió la tableta. Sacó de su bolso un espejo pequeño para revisar su maquillaje y arreglarlo un poco si lo necesitaba.

Pasaron algunos minutos y finalmente el chofer avisó que habían llegado, entonces JeongGuk fue capaz de ver una hermosa casa que lucía como del siglo ante pasado. Estaba impresionado de que alguien con tanto dinero como lo era el presidente del grupo SangHan viviera en una casa tradicional coreana y no en una residencia moderna como su hijo. Había un jardín silvestre cuyos colores no eran visibles en ese momento gracias a la estación, un lago artificial congelado y un pequeño y bonito quiosco junto a éste.

 ㅡPon todas tus cosas aquí. ㅡle ordenó de pronto su contratante, tendiendo una bolsa de compras para que Guk la tomara, y al hacerlo y ver el interior, pudo ver un bolso de lujo reposando costosamente.

ㅡ¿Perdón?

ㅡMi pareja de tres meses ya debería tener regalos míos, mete todas tus cosas en el bolso y tráelo contigo. ㅡrepitió pacientemente como si JeongGuk fuera estúpido.

El más joven hizo lo que se le dijo, inclinándose un poco dentro del auto para cambiar sus cosas de lugar. Cuando acabó, puso su viejo bolso Supreme, que por cierto, no era una imitación, en la bolsa de compras y colgó el nuevo de marca Gucci sobre su hombro, cerrando la puerta y caminando hacia Kim.

ㅡListo. ㅡavisó, mostrando el bolso.

Kim asintió con la cabeza y procedió a sacar una pequeña caja del bolsillo de su pantalón.

ㅡUsa esto también. ㅡle dio la cajita a Guk, quien la abrió para encontrar un pequeño y fino brazalete brillante.

A JeongGuk ya no le estaban agradando tantos complementos caros, temía que eso contara como parte de la paga... y su novio quería el dinero, no artículos de lujo.

ㅡ¿Tendré que pagar por esto después? ㅡpreguntó al sucumbir ante la preocupación.

ㅡHe dicho que son regalos, la paga por el trabajo no tiene nada qué ver con ellos. ㅡrespondió ciertamente hosco, muy probablemente molesto por las objeciones de su empleado.

ㅡEntiendo... disculpe. ㅡdijo, también molesto, pero ocultándolo mejor.

Guk se colocó el brazalete y puso la caja en su nuevo bolso.

Y su jefe logró hacerlo saltar del susto cuando sorpresivamente puso su mano alrededor de su cintura antes de abrir la puerta y llevarlo adentro.

Y su jefe logró hacerlo saltar del susto cuando sorpresivamente puso su mano alrededor de su cintura antes de abrir la puerta y llevarlo adentro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐚𝐥𝐥 𝐟𝐨𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐢𝐥𝐥𝐬 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora