Irene es una joven encantadora que se dedica a la venta de flores en el pequeño pueblo donde vive con el fin de ayudarle a su madre
En un momento inesperado conoce al rey del inframundo Hades, con el cual inicia un amorío
Pero a pesar de su amor p...
De regreso a casa el camino fue tranquilo, dejó de llover y Hades aún me acompañaba Una vez estuvimos en la entrada del pueblo me dirigí a Hades
- Hades, mi madre nos puede ver y no me gustaría que sucediera lo mismo del otro día - Lo mire algo preocupada
- Esta bien, si tu madre nos llega a ver trataré de hablar con ella -
Asentí pero aun no estaba del todo convencida, no soportaría pasar otro momento vergonzoso como el de aquella vez De solo recordarlo cubrí mi cara con ambas manos
Al llegar a casa abrí la puerta pero estaba todo en silencio, al parecer mi madre no estaba y eso me daba un gran alivio
- Tu casa es muy bonita Irene -
Al escuchar las palabras de Hades me sonroje y solamente asentí con mi cabeza
- Bien, tienes que irte - Trate de empujar a Hades fuera de mi casa, pero me fue imposible ya que mi fuerza no podía con el
- ¿Qué pasa Irene? - Hades dijo riéndose por tal acción
- En serio... tengo miedo que mi madre nos vea juntos y provoque otro momento vergonzoso - me senté en una silla del comedor, volviendo a tapar mi rostro con ambas manos
En serio, que el recordar ese suceso me daba vergüenza
Hades se quedó en silencio, no quería hacerlo sentir mal pero mi miedo hacia mi madre era muy grande
- Tengo una mejor idea Irene -
Al escuchar a Hades levante mi rostro y lo mire directamente
- Vendré por ti esta noche, te quiero llevar a un lado -
Sabia que no era buena idea, pero aun así accedí a la idea de Hades
Solo esperaba a que todo saliera bien y no empeorara mi situación con mi madre
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Cuando se llegó la hora acordada con Hades, me levante en silencio de mi cama y una vez de pie, hice bulto con las sabanas para que pareciera como si estuviera acostada
Abrí la ventana de mi habitación con cuidado y logré salir con éxito, una vez fuera empecé a buscar a Hades con la mirada pero fue el quien me encontró
- ¿Lista? -
Asentí
- Bueno, vámonos - Hades levantó su brazo para que me sujetara de el
Empezamos a caminar y a los pocos pasos ya no estábamos en el pueblo si no en el inframundo
No era la primera vez que lo veía y por lo mismo no me sorprendí mucho pero aun así no pude evitar sentir pequeños escalofríos que hicieron que me sujetara con más fuerza al brazo de Hades
- Tranquila yo estoy aquí - Hades hablo en voz baja al notar mi acción
Después de pasar parte del inframundo y ser testigo de lo qué hay, llegamos a un enorme castillo que al parecer era de Hades Al estar frente a él lo observé y a pesar de su arquitectura escalofriante era muy majestuoso
