Sweet Love | Hyunlix

Capítulo 10

—Ayer... Ayer pasaron cosas.

Hyunjin llegó a la mesa sonrojado. Jeongin y Minho lo miraron.

—Pero no te quedes callado. Explícate —Se quejó el mayor de todos, dándole un golpe en la cabeza. Hyunjin se quejó.

—Estábamos en mi cuarto y si no hubiera sido porque me caí de la cama, no sé qué hubiera pasado.

Intentó no entrar en detalles, hablando en voz baja.

Y sus amigos no ayudaron en nada cuando comenzaron a reírse.

—¿Cómo te vas a caer en un momento como ese? —Minho preguntó sosteniendo su estómago. Hyunjin tapó su rostro avergonzado.

—No sé qué pasó pero me siento tan triste porque no hayamos seguido —dijo de forma ahogada. Jeongin sonrió travieso.

—Eres todo un adolescente.

—No lo-

—¡Hola!

La persona que faltaba llegó a la mesa con su característica sonrisa.

—¿Cómo están? ¿Me extrañaron?

—No.

Respondió Minho dejando que el chico se le tirara encima, dejando un ruidoso beso en su mejilla. El mayor se sobresaltó, dándose vuelta y mirando al menor reírse en su cara.

—¿A dónde estabas?

—Ayudando a Yeonjun a limpiar el vaso que tiró en su salón —respondió tranquilo, dejando un suave golpe en la cabeza de Hyunjin y luego yendo con Jeongin—. Me hice amigo de él después de todo. ¿Y Felix?

—En la mesa de allá.

—¿Por qué no está aquí? —Frunció su ceño.

—Porque no quiero molestarlo ni parecer cargoso —suspiró.

—¿Eres tonto? Desde que entré no deja de mirarte —Puso los ojos en blanco, levantándose otra vez.

—¿A dónde vas?

—A buscarlo. A él y a sus amigos.

Hyunjin quiso morir de la vergüenza cuando diez segundos después, Han, Felix y sus amigos se acercaban a la mesa tranquilamente.

Mientras Felix saludaba, tomó asiento al lado del pelirrosa, dejando un beso rápido en sus labios. Hyunjin le sonrió atontado, escuchando las burlas de los demás.

Ese día estarían juntos otra vez.

—Soy el peor en artes. Ayúdame, por favor.

—Está bien. Cuando volvamos a mi casa te ayudo, ¿quieres?

—¡Sí! —Felix sonrió—. Eres el mejor... ¿Cómo te digo?

Hyunjin parpadeó y se encogió de hombros.

—¿Cómo quieres decirme?

—No lo sé... No eres mi novio todavía pero quiero llamarte así.

—Entonces hazlo. No somos oficiales pero... pero lo seremos, ¿verdad? —Felix asintió—. Ahí tienes tu respuesta.

—Novio... ¿Sabes qué? Mejor digo que eres mío. Mi Hyunjin.

—Está bien —rió, acariciando su mano—. Yo te diré ángel.

Frunció su ceño.

—¿Por qué?

—Porque eres mi ángel. Me salvas siempre y eres perfecto.