°•Algo pasa con Liu•°

-♥︎..?

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-El sonido de una bolsa de frituras siendo abierta y su contenido sacado por una mano fue oído ante el primate de las seis orejas quien se mantenía a un lado del dueño que provocaba dichos sonidos, nadie más ni menos que el Rey mono, comiendo sus típicas frituras de sabor durazno, asegurándose que se escuchara lo que hiciese y que además lo oyera el macaco quien se veía completamente molesto, ya que ese tipo de sonidos eran los que más le dolían a sus pobres seis orejas. Se encontraron acompañando al sucesor del monarca, los conducía hacia algún claro que se encontrara en Flower fruit Mountain, tenía planeado un pequeño picnic para ambos primates, una manera en la que se llevaran bien y que al menos convivieran sin querer arrancarse otro ojo.

-Al llegar a un lugar tranquilo donde no hubiese sonidos dolorosos para el macaco y que hubiese presencia de los monitos albinos para compañía del rey, se preparó el picnic donde ambos tuvieron que ponerse de acuerdo, ya que el chico recibió una llamada había dejado una junta importante en el olvido por lo que se despidió de sus mentores, disculpándose de antemano y se marchó con ayuda de su transformación, así quedando los primates solos armando el picnic, peleando de manera infantil por alguno que otro aperitivo que el chico les dejó.

-Y aunque al monarca le encantaba molestar de manera brusca al guerrero no pudo evitar notar que, en uno de los golpes que le dio en la mano para que no sacara galletas, su mano tenía una baja temperatura, en el momento no se sorprendió, sabía que el macaco siempre fue frío de ambas maneras, aún así era demasiado, incluso para que fuese normal para si mismo, estaba acostumbrado en el pasado abrigar las frías manos del guerrero por lo que aún recordaba que tan frías eran sus manos y aunque fuese un solo instante pudo reconocerlo, no obstante solo siguió la tarde, llenando esa duda con el pensamiento de que quizás era por haber vuelto de la muerte, un efecto secundario quizás, o por haberse aliado con la mujer de huesos.

-La tarde prosiguió de manera sorpresivamente tranquila entre ambos, al llegar el chico antes de dar por terminada la junta pudo notar que ambos parecían perdidos en el cielo, ¿porqué? Estaban recostados boca arriba la cabeza del otro al lado de la contraria y ambos con sus manos sobre el abdomen aunque fuesen unos minutos se pudo notar la tranquilidad entre sus maestros, saludó con calma, tomó algunas galletas y fue a recorrer cerca del claro con calma. Al llegar pudo notar que el monarca seguía viendo el cielo, como si buscara forma en las nubes que pasaban sin ningún tipo de apuro mientras que el macaco yacía plácidamente dormido en la misma posición inicial, algo probablemente imposible para el rey de los monos que inevitablemente se movía de sobremanera al dormir.

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-Cuando se dio por terminada la junta entre ambos primates y el joven repartidor decidieron llegar hasta el muelle del demonio azul de nombre Sandy, porque allí se encontraba el carrito del menor, la idea principal fue ir con sus formas de aves y así llegar sin problemas.. sin embargo en medio del camino el macaco terminó por transformarse de vuelta en su forma original, cayendo al vacío y de manera rara sin gritar o hacer un sonido en general.