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Rui terminó su almuerzo y se recostó sobre la barandilla. Su largo cabello se estaba cayendo de su media-cola, así que estiró el elástico en su pelo y volvió a atarlo. No le importaba tanto la longitud como la cantidad, pero honestamente, ¿cuál era el punto en arreglarlo? De todas maneras las personas harían todo lo posible para evitarlo.

Mizuki había faltado denuevo. Les dos usualmente pasaban el rato el la azotea, brindandole al otro compañía y mirando a sus compañeros ir y venir. Hizo a Rui triste, o eso supuso, que su amigue no se haya presentado. Probablemente le dolería más si se preocupaba por sus emociones. Pero no le hacía ningun bien. Además, entendía. Si estuviera en los zapatos de Mizuki tampoco querría ir a la escuela.

Muchas cosas le habían pasado, en esos días. Personas, emociones, momentos o memorias únicas, todo eso pasando por su cabello y deslizandose por sus dedos como si del viento se tratara. Era útil, no sentir enojo o dolor, lo ayudaba a soportar los días, especialmente en los que no estaba Mizuki. No sentir alegría era como un pequeño precio a pagar por ello.

Una conmoción en el pasillo captó su atención, y la puerta se abrió bruscamente.

En el umbral estaba Tenma Tsukasa.

Rui pestañeó, sin creerlo. Pero ahí estaba él— cabello soleado y ojos dorados, uniforme claramente planchado, solo el primer botón desabrochado. Tenma estaba jadeando ligeramente, probablemente por haber subido las escaleras, y lucía extrañamente triunfante, como si subir hasta la azotea fuera equivalente a subir el Monte Everest. ¿De dónde sacó tanta energía?

"Oh, eres tú." dijo Rui pasivamente, más para el viento que para Tenma. Pero aún así, Tenma vió en su dirección y sus ojos se encontraron.

Hay algo surreal en ver algo que toda tu vida estuviste seguro que era un sueño.

"¡Así que has escuchado sobre mí!" Tenma declaró con una sonrisa, apoyando sus manos en sus caderas. Luego rió, bramando desde sus entrañas, y Rui deseó tener tapones para los oídos. ¿Cómo es que la gente soportaba estar tan cerca de él siempre?

Rui frunció el ceño. "Más bien te escuché" él hizo una pausa. "Supongo que no vienes con un regulador de volumen, ¿no es así?"

"¡¿Eh?!" Tenma se veía completamente estupefacto, su expresión estirando su cara como una goma. "¡No necesito un regulador de volumen! ¡Soy excelente para hacer silencio!"

"Entonces hazlo. Porfavor."

Un dichoso silencio le siguió. Rui se volteó, aburrido una vez más, y continuó viendo a la gente en el patio. Asumió que Tenma se iría al otro lado de la azotea y disfrutaría de su almuerzo allí.

Pero en cambio, se acercó.

"¡Listo! ¿Ves?" declaró, como si cuatro segundos de silencio sirvieran para probar algo. "¡Como se esperaba de una estrella como yo!"

Rui resopló. "¿Una 'estrella'? ¿Eso es lo que crees que eres?"

"Eso es lo que soy" insistió Tenma.

"Escucha, si no puedes hacer silencio, lo menos que podrías hacer es dejarme solo."

"¿Tienes un problema conmigo o algo así?" Tenma dijo, acercandose.

Rui no se molestó en voltearse para responderle. "No, solo pienso que eres engreído y arrogante, eso es todo."

A Tenma no le agradó eso. Gruñó y pisoteó, acercándose sobre Rui y mirándolo fijamente. "¿Eres así de grosero todo el tiempo?" él demandó.

Rui lo miró a los ojos. "Solo cuando alguien está siendo grosero conmigo."

Los ojos de Tenma se abrieron. Pestañeó. "Ah."

Dió unos pasos atrás, restaurando el espacio personal de Rui, y se frotó el brazo tímidamente. "Mh, sabes, yo.. me acabo de dar cuenta que no sé tu nombre."

Rui puso los ojos en blanco mientras se volvía a apoyar en la barandilla. "Desearía poder decir lo mismo de tí."

"¡Ugh! Tú.. ¡tú no eres nada más que cinismo y oscuridad!"

"Entonces estarás encantado de marcharte." dijo Rui alegremente, casi saludandolo con la mano.

"¡Lo haré!"

"Bien."

Rui escuchó los pasos de Tenma acercandose hacia la puerta, y estaba aliviado. Ver a Tenma era mucho menos cansador que interactuar con él. Y con la altura de la escuela entre ellos, era mucho más dificil que su retumbante voz reventara los tímpanos de Rui.

Pero entonces, Tenma se detuvo. Cuando Rui no escuchó la puerta abrirse, lo miró con los ojos, mas no con la cabeza. Tenma se quedó quieto, mirando el picaporte en sus manos, su ceño fruncido con algo de preocupación.

"¿No estás muy solo aquí arriba?" preguntó Tenma.

Rui apretó los dientes. El desacaro, la audacia de este extraño de asumir cosas de la vida de Rui sin siquiera saber su nombre.

Rui le dirigió la mirada, aunque la de Tenma estaba fija en el picaporte. Esperaba que Tenma todavía pudiera sentirla perforando su cabeza. "Creí que te ibas a ir."

Tenma pareció salir de un trance. "Si. Cierto. Adiós."

Buen viaje, pensó Rui, complacido de tener su paz y tranquilidad de vuelta. Decidió que estaba mucho mejor viendo a Tenma Tsukasa desde lejos, y esperó no tener que verlo de cerca nunca más.

Mi Nombre, Tu Sonrisa - ruikasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora