Una charla con Dios. (Cap 2)

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Luego de su muerte, Ivan despertó en un lugar espacioso y hermoso, de echo, parecía un palacio, se levantó y puso su mano en su pecho para revisar si enserio eso fue real y sí, si fue real encontró el orificio de la bala que acabó con su vida.

Luego un recuerdo de su hermano vino a su mente, el recuerdo de verlo morir por aquellos hombres que le han estado arruinando la vida por tanto tiempo.

Recorrió un buen rato el lugar hasta que escuchó una voz llamándolo repetidas veces por su nombre, se acercó con miedo a aquella voz, y no lo culpo ¿Quien no tendría miedo?. Al final encontró un gran salón aún más grande que el resto de los salones que había en aquel lugar que parecía no tener un final.

Llego a la sala y se encontró con un hombre de apariencia mayor, pues tenía una gran barba unos ojos azules y poseía una bata blanca, el hombre tras escuchar los pasos provenientes de Ivan se volteó hacia el y al verlo le dedicó una gran sonrisa, le pidió que se acercara, Ivan lo hizo sin ninguna objeción contad según el ya no tenía nada que perder.

Se detuvo justo a unos dos metros frente el hombre, en su frente se podía notar algunas gotas de sudor, estaba nervioso y a la vez curioso por saber quién era aquel hombre de apariencia tan angelical, dio un suspiro y tomó valor para hablarle.

Ivan: ¿Quien eres?.—Dijo sin dejar de mirar al hombre el cual solo río un poco por la pregunta de su contrario—

????: ¿No es algo obvio?.—Dijo mientras sonreía de forma pacífica y tranquilizante—

Ivan: Emm...

????: Soy tu creador, soy el Dios de este mundo.—Dijo sin parar de sonreír, luego de esas palabras Ivan se arrodilló rápidamente ante el—

Ivan: L-lo siento por ser tan informal.

Dios: No hace falta que te arrodilles, no es necesario que ninguna de mis creaciones me trate así, lo único que si quiero es que mantengan la paz en su mundo, que no se guarden rencores entre ellos, que el hijo respete y ame al padre y que no se dejen engañar por el enemigo. Puedes levantarte.—Al escuchar sus palabras Ivan se levantó—

Ivan: Yo morí verdad?

Dios: Si.

Ivan: ¿Este es  acaso el cielo?

Dios: Si lo es.

Ivan: Yo no pertenezco aquí, en mi estancia en la tierra he hecho cosas imperdonables, merezco ser castigado por el resto de mis días.

Dios: No digas eso hijo mío, hasta el ser mas cruel merece ser perdonado, si en su mente existe el arrepentimiento y las ganas de querer enmendar todo lo que ha echo.

Ivan: Aún así, mis actos son imperdonables no merzco ser tratado con tanta amabilidad de su parte, mi Señor.

Dios: Claro que si, tu te arrepientes de todo lo que has echo, y eso es lo más admirable del ser humano, todo lo que hiciste no lo has echo en beneficio propio, sino que por tus hermanos.

Ivan: Por mi culpa ellos han sufrido tanto, por mi culpa ellos han muerto, por mi culpa han muerto cientos de personas, no merezco ser llamado un hombre y mucho menos un hijo tuyo.—Dijo bajando la cabeza—

Dios: Todas las personas que has matado solo las has matado por el bien de tu familia, es un acto cruel, pero en tu corazón existe el arrepentimiento, me respetas y me eres fiel, a pesar de ser un asesino nunca has faltado un domingo a la Iglesia, no todos los humanos hacen eso, por eso quiero darte otra oportunidad.

Ivan: Otra oportunidad?...

Dios: Te daré la oportunidad de reencarnar en otro mundo, el trayecto sera difícil ahí, pues no es a lo que estas acostumbrado, en ese mundo existe la magia, los dragones, los ángeles y demonios, tendrás una vida completamente nueva, que te parece?

Ivan: E-eso...sería grandioso!...Pero y mis hermanos que pasara con ellos?

Dios: Tus hermanos, me encargaré de que ellos también renazcan, pero a diferencia de ti ellos volverán a nacer en este mundo y sin sus recuerdos de su vida pasada, tendrán la vida que siempre quisiste darles, el joven Marc podrá continuar con sus estudios tranquilo, y Elizabeth podrá cumplir sus sueños.

Ivan: Eso me alegra.

Dios: Se nota que los querías mucho, no es así?

Ivan: Ellos lo eran todo para mi, y me siento culpable por haberlos arrastrado conmigo a la miseria que solo yo debí de haber tenido.

Dios: No pasa nada, tus hermanos te amaban al igual que tus padres, en alguna otra vida se volverán a encontrar, estoy seguro.

Ivan: Gracias, yo no se que decir, un día mueres y al otro estas hablando con el todo poderoso, jamás me imagine que yo sería quien tuviese el honor de tener una conversación con usted, Señor muchas gracias por darme otra oportunidad, enserio se lo agradezco.

Dios: Bueno, ahora lo único que me queda por hacer es desearte suerte en el otro mundo, por si no lo sabes ese mundo se llama Midgard, el nombre fue elegido por los 7 Dioses que crearon juntos ese mundo, recuerda ellos elegirán tu raza y tu nivel de poder, una vez estés ahí yo no podré ayudarte ni aconsejarte.

Ivan: Comprendo.

Dios: Solo tienes que cruzar esa puerta que esta ahí para aparecer directamente en el otro mundo—Dijo señalando una gran puerta dorada—Ya hablé con los 7 Dioses, les encantará tener un reencarnado en su mundo, el resto esta en tus manos, Ivan Agimichi.

Ivan: Gracias por todo, no quiero molestarlo más así que me voy—Hace una reverencia—Adiós, mi Señor.—Dijo para ir hacia la puerta, abrirla y posteriormente cruzarla—

Dios: Espero que no cause muchos problemas, es un buen chico y espero que logre adaptarse a Midgard, los 7 Dioses de seguro y se van a divertir mucho con el, en especial Kaigachi.—Dijo mientras miraba con una sonrisa la puerta por la que Ivan había cruzado hace tan solo unos segundos—

Fin del segundo capítulo.

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Es algo corto la verdad y me hubiera gustado hacerlo más largo, pero este capítulo solo se trata de Ivan hablando con Dios, así que no iba a ser tan largo de todos modos.

Sin nada más que decir, me despido, nos veremos en otro capítulo.

Voten y comenten.

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