yuna ⊹ yungi

30: ¿qué quieres que seamos?

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Esto se estaba convirtiendo en un desastre. Mingi tenía seis meses y aún no sabía el sexo de los bebés, intentaba sobrellevar a una Yuna que ahora sólo quería hablar en inglés y un Yunho pegajoso y sobreprotectora encima de él.

-En serio, mándalo a Milán.-se quejó mirando a Jongho.

El más bajo soltó una risa, estaban ambos en la piscina mientras veían a Jara nadar con sus flotadores, últimamente Jongho se había vuelto una persona bastante importante en la vida de ellos, siempre apoyándolos y brindando su ayuda cuando era necesaria. Por eso ahora mismo Mingi estaba sentado con su panza que podría considerarse de ocho meses pero en realidad eran seis, quejándose con el mayor sobre lo insoportable que se estaba poniendo Yunho cada día.

-No me estoy riendo, en serio necesito que te deshagas de el.-habló seriamente sin dejar de mirar a Yuna.

-Mingi, lamento decirte esto pero cuando Yunho llegue hoy será la última vez que hará un trabajo.

-¿Qué? -Mingi pasó de mirar a su hija a John con los ojos realmente abiertos. -¿De que hablas?

-Pues Yunho dijo que ya no haría ningún trabajo hasta que los bebés nacieran -se encogió de hombros. Dijo que quería estar más tiempo contigo.

Si Mingi pudiera pararse con facilidad lo estuviera haciendo en este momento, estuviera dando vueltas mientras maldecía para luego ir a buscar a Yunho y patearle el trasero. Pero no podia.

-¿Qué? ¿Esto no afecta a su carrera?

-No, y si lo hiciera a él no le va a importar y lo sabes.

-¿Y si se queda sin dinero? Mingi estaba intentando con fuerzas buscar alguna excusa.

Jongho rió para luego mirarlo.

-No creo que eso pase, Yunho tiene dinero invertido en varias empresas, es dueño de dos departamentos modernos en San Diego y de un bar en Jersey.-hizo una mueca.-El dinero no se le acabará ahora.

Mingi hizo un puchero rindiéndose, ya no quería seguir dando ideas y que Jongho le saliera con la respuesta indicada para hacerlo irritarse. Y como si hubiera gritado "¡Necesito que me fastidien!" Yunho estaba saliendo de la casa con una sonrisa mientras en sus manos llevaba algo que Mingi no pudo identificar.

Continuo con su estúpida sonrisa hasta sentarse a su lado, muy, muy cerca, sin darle siquiera un pequeño respiro. Tomó aire y miro a Yunho.

-Yunho...

-¿Quieres un masaje en los pies?

Mingi frunció el ceño.

-¿Qué?

-Si, leí que es bueno masajear los pies de los embarazados, ya sabes para que...

Min rodó los ojos, de verdad ver a Yunho le fastidiaba así que se puso de pie como pudo y comenzó a caminar hacia adentro con Yunho gritándole que si lo dejaban para después siendo totalmente ignorado.

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-¿Y 5x5?

-Mmm, está es fácil.-dijo con una sonrisa cubriéndose con las sábanas mientras bostezaba.

Mingi sonrió cubriéndola mejor.

-¿Si? ¿Me puedes decir cuál es la respuesta?

La pequeña asintió.-Veinticinco.-susurró.

Mingi se inclinó dejando un beso en su frente y apartándole el cabello para que durmiera mejor.

-Buenas noches, princesa.