La mañana fue clara y el corazón sospechoso,
Los quehaceres y el trabajo me tenían el día ocupado,
El cielo azul celeste con las aves alegres me cantaban una canción,
Llegaba a casa con el sol al hombro cerca de las dos con treinta post meridiano,
Recuerdo que la sonrisa tierna de mi ser me veía y me susurraba un te amo mientras seguía terminando trabajos,
Jugaba, gritaba y reía, aún puedo recordar ese día mientras esperaba por mí en la sala,
Estaba ahí sola y esperando,
Sola y esperando,
Un día que no pude aprovechar con la bella flor morena que alegraba en casa,
Una salida a la calle para concretar un negocio me hizo dar el trago amargo,
Han preguntado por mi nombre aquellos que hablaron con temor de no saber qué hacer,
El cielo se pintaba de azul celeste y el vehículo también donde posaban mi cuerpo mientras recorría las calles,
Fueron a buscarme hasta la casa mientras una hoja en blanco en la mano decía nada,
Luego de ahí deje de ser yo y empiezan las horas,
Empiezan los tragos amargos,
Ahí deje de ser yo,
Mientras que el crujir de las rejas cerraban con llave la icónica cena en prisión.
Empieza aquí el día primero.

ESTÁS LEYENDO
Con el corazón libre
PoesíaEstas son las memorias de un acusado, quien injustamente fue detenido y privado de la libertad por más de 82 días. Quizá no sea nada comparado con lo que viven muchos que son condenados a años de cárcel injustamente pero quiero compartir un poco de...