Prólogo

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— ¿Qué se siente intentar curar un corazón roto?— preguntó con burla.

— Es como estar en un desierto sin agua; como querer revivir a un muerto; como pasar por el triángulo de las Bermudas...— respondí fríamente.

Un pequeño corazón que fue destruido en el pasado y para que no lo vean en esa condición se escondió en un lugar donde nadie lo ve, un rincón oscuro; ¿Quién diría que unas palabras pueden causar tanto daño? Pues sí, unas simples palabras pueden derrumbarte y más si son confirmadas por la persona que las dijo. Pocos saben lo que es perder casi toda tu confianza,  autoestima y  tu brillo. Nadie sabe lo que es pasar por esto, casi nadie lo siente, lo vive y lo reprime.

— Es imposible— murmuró riéndose.

— No es imposible, es como un viaje lleno de obstáculos— dije mientras me daba la vuelta.

La Pequeña InseguridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora