JENNIFER
Un pitido insoportable retumba en mi habitación, no puedo evitar gruñir y cubrirme de mantas hasta la cabeza. Son las seis y media, llego tarde y para colmo no había dormido, no hay nada peor.
De mala gana me levanto de mi cama y me pongo lo primero que veo en el armario sin importarme mi manera de ver hoy, que sea mujer no significa que deba estar perfecta siempre.
Decido salir corriendo de mi casa en busca de café, un rico capuchino tan temprano no le hace mal a nadie, solo a mi, pero si no lo tomo.
Menudo récord, a las siete y un minuto entro a toda ostia y empiezo a saludar apresuradamente a todos, cuando por fin llego a mi mesita me dejo caer sobre la silla, menos mal que el señor Salvatore aún no llegó.
-Buenos días, señorita Genova ¿como fue su noche? ¿Desea que le traiga algo?- pregunta mi jefe saliendo de su despacho examinandome, al centrar su vista en mi café exclama.- Ohh, que tonto soy, ya está servida.
-Perdón, Señor Salvatore, no era mi intención llegar tarde. - me disculpo.
-Llegas tarde.- me reprocha.
-Nadie es perfecto.- suelta Taylor despreocupado entrando por la puerta.
-No recuerdo haberte pedido opinión.
Ruedo los ojos al caer en lo infantil que puede llegar a ser , me recuerdan a los adolescentes en plena pubertad. Alexander Salvatore sólo necesita 3 segundos para agotar su paciencia y echar a Taylor sin antes preguntar porque venía.
-Genova.- me llama y lo acompaño a su oficina.
Al entrar un olor a cuero inunda mis fosas nasales, todo esta limpio y no hay rastro de lo que pasó días atrás.
Él se sienta pero yo permanezco de pie, tan pronto como se acomoda me aclaro la garganta.
-Hoy tiene la agenda casi vacía, simplemente tiene que ir a la reunión a las 12a.m sobre el nuevo club que planea abrir en el centro de la cuidad, a las 7p.m pasarse por los laboratorios S y después de eso tendrá que...
-Revisar que todo marche bien, ver que me interesa y después papeleo, no es complicado me sé el proceso.
-Y el señor Roux, no se olvide, tiene video conferencia con el a Las 2 p.m.
-¿Algo más?- pregunta sarcástico.
-Pues claro que si, a las 12p.m debería hacer acto de presencia en los clubes que tiene abiertos, saludar a los invitados y seducir a las niñas de papi para que estén contetas no le den quejas a su padres y pueda seguir negociando.
- No las seduzco, solo follo con ellas. - me mantengo en silencio y cuando empieza a teclear en su ordenador se que ya es momento de irme.
Tan pronto como siento agarro mi teléfono y veo que tengo un mensaje sin leer.
Lisa: eyy tenemos que quedar todas, un día de estos, salida nocturna, que estas desaparecida últimamente eh.
Al ver el mensaje no puedo evitar rodar los ojos, Lisa siempre quería salir de fiesta, se quejaba de que muchas veces no queríamos y la dejábamos plantada, pero lo que pasaba cuando salíamos con ella era siempre que llegábamos tomábamos un chupito de lo que fuera, bailábamos y ella conseguía ligar con algún tío y se iba con el. No la culpo, era una chica muy linda, morena, con unos ojos muy grandes y unos labios carnosos, sin hablar de su espectacular figura, y cuando una puede, hay que aprovechar. Quizá en unos días, podríamos salir a Red Light Nigth, una calle llena de los mejores clubes, discotecas y pubs de la ciudad.
