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Los días de celo del omega ya habían finalizado y por primera vez Wonwoo se sintió satisfecho en uno de sus celos, mejor dicho, fue el mejor de todos.

No tuvo ningún contacto sexual con un alfa, pero no lo necesitaba, solo necesitaba el aroma de su Mingyunnie para poder estar más tranquilo.

—¿Ya estás mejor, cachorro? —Le pregunto el alfa viendo a su hijo tallando sus ojos con sus puños.

—Sí, papá. Ya estoy mucho mejor, el dulce aroma de Mingyu me ayudó demasiado —Le contesto el omega viendo a sus padres con sus ojos adormilados.

—Pequeño, ¿no te duele el cuerpo o algo? —pregunto preocupado su padre omega sirviendo el desayuno.

Wonwoo sabía a lo que se refería su papá Kwan, en sus tres días de celo no había usado el consolador, de hecho, ni le interesó, solamente con el aroma de Mingyu por toda su habitación estaba más que contento y satisfecho.

—No, papá. No utilice el consolador, como dije, con solo el aroma de Gyunnie me basto para estar calmado esos tres largos días de celo —Les dijo Wonwoo tomando asiento junto a sus padres.

Sus padres se miraron cómplices, su pequeño cachorro estaba enamorado de ese alfa, que no necesito del placer para calmar su calor.

No, él solo necesito del dulce aroma de su alfa para estar tranquilo, ambos serían una pareja hermosa.

Seungkwan se encargó de servir el desayuno para su familia, después de tres largos días sin ver a su cachorro estaban más que contentos.

Wonwoo era la alegría del hogar y no solo eso, también era la alegría del corazón de cierto alfa amante del rosa.

Mingyu ya estaba parado al frente de la casa de Wonwoo, con un ramo de flores en su mano y un pequeño collar, el cual compró con sus ahorros.

A Mingyu no le molestaba gastar su dinero, sabía que todo ese dinero gastado era por un bien, un bien que si estaba dando frutos.

Apenas vio el mensaje de Wonwoo de buenos días, diciéndole que ya estaba bien, que ya podía venir a verlo, salto de su cama, se puso la ropa más rosada que tenía y fue a la casa de su omega.

Mingyu estaba dispuesto a pedir perdón, por no ser un buen alfa y pasar el celo de su omega junto a él. Lee sentía que su pancita daba y daba demasiadas vueltas, quería que nada malo pasará entre él y el omega.

Wonwoo bajo ya arreglado para abrirle la puerta a su alfa, estaba tan emocionado por verlo, pero lo que vio le partió el corazón.

En tan solo un minuto, Mingyu soltó en llanto, tenía miedo de que Wonwoo ahora lo rechazará por no haberlo ayudado con su calor.

Mingyu sentía que ya no merecía ser llamado alfa, aunque claro, nadie se lo decía.

—Cachorrito, ¿q-que te pasa? —Le pregunto Wonwoo al ver al alfa llorar.

—Perdóname, pequeño. Perdóname por ser un alfa tan malo e inútil, no pude estar para ti en tú celo, no estuve para cuidarte y atenderte como te lo merecías —sollozo Mingyu abrazando al omega, aún con los detalles en su mano.

—Min-Mingyunnie... —susurro Wonwoo sintiendo como el gran alfa lo estaba abrazando, derramando sus lágrimas en su nuca.

—Lo siento. Entenderé que ya no quieres que yo siga con el cortejo, pero quiero que sepas que y-yo t-te amo —tartamudeo Mingyu sin parar de llorar.

Wonwoo no quería que Mingyu dejara de cortejarlo, amaba los detalles y mimos de Mingyu, ¿por qué aquel tonto alfa estaba así?

—Gyu, mi amor, cálmate, no voy a rechazar tú cortejo —Lo tranquilizo Wonwoo separándose lentamente de Kim.

—P-pero te dejé solo, solo con todos esos malditos pedazos de tela y no pude venir yo personalmente a ayudarte —dijo Mingyu limpiando sus lágrimas con la manga de su abrigo.

—Cachorro, tranquilo. Yo en ningún momento me sentí solo, al contrario, me sentí el omega más afortunado, mi alfa se preocupó por mí y me mandó sus ropas con su dulce aroma impregnado en ellas —hablo Wonwoo tomando una de las mejillas rojas y abultadas de Mingyu.

—Pero de igual manera no pude dormir tranquilo todos estos días pensando en que ya no me amarías —Mingyu hizo un puchero mientras alguna que otra lágrima se escapaba por sus ojos.

—Cariño, está todo bien, tú me ayudaste a pasar mi celo de la mejor manera posible, ningún consolador o supresor me ayudó más que tú dulce aroma —Wonwoo se acercó y le dio un beso a Mingyu en los labios.

Mingyu quedó impresionado, a pesar de que ambos se demostraban amor, eran simples abrazos, besos en la mejilla o en la frente, nunca se habían besado en los labios.

Pero a Mingyu no le importó, ahora más que nada necesitaba que el omega calmara su dolor.

Y Wonwoo lo supo, supo que debía tranquilizar a ese dulce alfa que tenía enfrente de él.

Ambos correspondían su beso lentamente, un beso lleno de amor y ternura, un beso con el cual ambos sabían que ya era hora de dar el siguiente paso.

Y aunque claro, era un poco torpe su beso, puesto que era el primero de sus vidas, si en los labios hablamos.

—Mi amor, te traje estos regalos y quisiera invitarte a una cita —propuso Mingyu sonrojado y jugando con sus deditos.

—Gracias, mi amor, voy a dejar esto adentro y ya salgo para que ambos podamos ir a nuestra cita —Wonwoo recibió los regalos y se metió a su casa.

Supo que en la cajita había un collar, así que lo saco y se quedó viendo enamorado aquella joya, un corazón con las iniciales de ambos grabadas en el centro.

No dudo en colocarlo en su cuello y salir con él.

Los corazones volaban a su alrededor cuando ambos estaban juntos.

Sweet Alpha- Meanie-(ADAPTACION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora