Imagina vivir toda tu vida con una hipotermia constante, sentir que estas al borde de la muerte sin morir. Pues esa ha sido mi vida durante 16 años desde que reencarne en este personaje que solo existe para sufrir.
Este sufrimiento es parte de mi re...
Las clases ya terminaron, se supone que debo ir a ver a Angelica pero no quiero, así que no voy. Camine por la Academia con calma y pedí algunas direcciones para llegar al lugar donde esta oculta la Divina Tierra de los Volcanes del Dios del Fuego.
Escuche voces llamarme durante mi camino a la Divina Tierra del Fuego pero las ignore, no son importantes para mi. Solo quiero un poco de calor y eso es todo. Mi caminata se hizo eterna y mis piernas ya comenzaban a doler cuando finalmente logre llegar al lugar donde esta la entrada.
Eso lo se porque puedo sentir el mana ardiente puro salir de cierto lugar, ese mana huele delicioso muy delicioso. Tengo hambre y necesito ese mana.
Sin ni un ápice de duda, me acerque al lugar de donde proviene ese mana delicioso y nada mas acercarme, fui tragado por una especie de portal rojo que apareció de la nada y que me hizo cerrar los ojos.
Al abrirlos una llamarada muy caliente invadió mi vista, el calor me lleno de calma y paz. Mi cuerpo ya no duele tanto ni tengo tanto frio. Había olvidado como se sentía el no tener hipotermia constantemente.
Deje que las altas temperaturas de mas de 5000 grados me golpearan con todo lo que tenían y fue glorioso. Puedo sentí como cada parte de mi cuerpo se llena de poder pero hay algo que no se siente del todo bien.
Mi Físico no puede devorar el mana ardiente en la atmosfera de este lugar, es como si algo se lo impidiera. Incluso el calor que llena mi cuerpo de poder es difícil de absorber para mi físico y eso me pone de los nervios.
Tengo hambre, mucha hambre y necesito mas calor. Necesito alimentarme de mas fuego, mi físico me lo pide, mi estomago se siente vacío. Mierda odio esto, pasar de tener hipotermia constante a tener un hambre atroz.
Intente buscar algo con lo que alimentarme pero en mis ojos todo lo que podía ver era rojo. Huele delicioso, se ve delicioso, su textura es suave y tersa pero no puedo comerlo. Maldita sea, quiero comer, quiero comer, comida, fuego, comida, fuego.
POV TERCERA PERSONA
La conciencia que mantiene el primer piso de la Divina Tierra de los Volcanes del Dios del Fuego se puso en alerta, un ser aterrador se había colado en su hogar y amenazaba con devorar toda la esencia que la componía y eso no se podía permitir.
Lucho con todas sus fuerzas para evitar que el mana ardiente de este lugar fuera completamente drenado por el invasor quien parecía estar recubriéndose de lava, su cabello se alargo y se volvió cafe con pequeños destellos de naranja, sus ojos pasaron de un gris ceniciento a un rojo tan intenso como las mismas llamas que le recubrían.
Cuando la lava lo termino de cubrir se medio solidifico en una armadura salvaje que le daba un aire de intimidación intenso al invasor.
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"¡Hambre, Comida, Fuego!{con una voz profunda similar a la de un Dragon}".(Zaphidel)
Habiendo perdido completamente el control de si mismo por el hambre, Zaphidel comenzó a atacar a diestra y siniestra como un loco. De su cuerpo emana una constante y poderosísima succión que lentamente comenzó a consumir el mana ardiente a su alrededor a pesar de los Grandes esfuerzos de la conciencia de la Divina Tierra de los Volcanes hacia para evitarlo.
