¿¡Quién era el monstruo que había decidido que el trabajo empezara a las 8 de la mañana!? Porque tenía todo mi odio.
Me desperté a las siete y media, no solía tardar tanto en prepararme, a menos que fuera una ocasión especial. Me cepillé los dientes y me peiné. Como que había descubierto que trabajaba con un chico buenorro, pues me quise arreglar un poco. No me gustaba maquillarme en exceso, de hecho me gustaba que el maquillaje se viera muy natural y neutro. Me puse un vestido de flores, (el típico para estas fechas) y mis, converse blancas.
La verdad, es que si fuera por mí me pasaría la vida en pijama, o sea, casi lo hacía, para ir a la universidad me ponía el chándal de siempre y una sudadera cualquiera, podía pasarme una semana vistiendo lo mismo, igual en mi facultad solo había empollones, y nadie se fijaba en los demás. Pero quería hacer un mínimo esfuerzo este verano, quería verme bien.
Salí de casa luego de darle un beso en la frente a mis bellas durmientes, mis primitas.
Ellas vendrían más tarde a saludarme en el curro y después iríamos al cine juntas, suertudas ellas podían dormir hasta las tantas.
Llegué en menos de 10 minutos, obviamente el rubio estaba allí.
Nunca me he considerado una persona muy sociable, pero cuando estoy obligada a hacerlo lo hago bien.
-Hola- saludé un poco incómoda.
Él se dio cuenta de mi presencia, ya que estaba de espaldas y se giró.
Oh no. La herida del labio se había inflado, ¡¡madre mía si parecía una pelota de tenis!!
Abrí los ojos con preocupación.
-Hola dramática- me guiño un ojo
-No me llames así-
-Lo siento, pero es el mote que te he dado, y es tu castigo por hacer que me creciera el mismísimo planeta tierra en el labio.- consiguió sacarme una sonrisa.
-La verdad es que no te queda tan maaaal, pareces una Kardashian- carcajeé
-No sé si tomármelo como un cumplido- me dijo, enarcando una ceja.
Después de eso nadie dijo nada, llegaron los niños y nos pusimos a trabajar.
Como siempre bajamos a la piscina a merendar y bañarnos, hoy hacía mucha calor. Pero yo no estaba muy convencida en bañarme.
Desde que entre en la adolescencia, tuve graves problemas de complejos, sobre todo con mi peso, y me esforcé mucho para eliminar esos complejos, pero no importaba lo que hacía siempre, encontraba algo que no me gustaba, y todos me decían que era perfecta, pero podían repetírmelo cien veces que nunca me lo creería de verdad. Eso es muy triste y lo peor es que todos pasan por eso, solo que algunos menos o saben esconderlo mejor.
Me quité el vestido azul floreado, para quedarme con un bikini negro y blanco. Fue por impulso que puse mis brazos delante de mi barriga, lo peor es que no había nada por lo que sentir vergüenza, pero seguían esos pensamientos que me torturaban.
Al verme, el rubito, me dedico una sonrisa malvada, yo no entendí hasta que se acercó a mí por detrás, me cogió de piernas y brazos y me tiro a la piscina.
¡ME TIRÓ A LA PISCINA! ohhhhhhh ese pedazo estúpido, se iba a enterar.
Por suerte pude llegar a la superficie sin ahogarme.
-Casi me muero idiota- dije cuando recupere el aliento.
Él se rio en mi cara, incluso empezó a retorcerse aguantándose el estómago mientras se reía.
No fue hasta que le salpique un choro de agua en la cara. Toma esa chiflado!
Y después se tiró al agua, y empezamos una guerra de salpicar increíble. Al rendirme después de casi ahogarme diez veces, el seguía riéndose. Salí de la piscina y el salió conmigo.
-Madre mía, sí que tienes el pie pequeño!!-
Mire para abajo donde estaban casi enganchados nuestros pies, y sí, era verdad, mi pie en comparación al suyo era terriblemente diminuto, yo en general era diminuta, mis primas solían burlarse llamándome "lumpalumpa" o "minion".
-Hago 35, no es para tanto- dije molesta porque a todos les gustaba fijarse en mi diminutez.
-No me lo puedo creer! Creo que empezaré a llamarte "piesina"-
Lo mire con la peor cara.
Después de secarnos recogimos todo para irnos.
-Una pregunta piesina, ¿te gustaría salir conmigo algún día? No voy a decir que es una cita de amigos porque eso es patético.- abrí los ojos como platos, no me esperaba esto.
-uhmmm si-i quiero de-e-cir ¿cuando te gustaría quedar?- intente que mi voz sonara firme, de verdad que lo intente, malditos nervios.
-¿¿Que tal el sábado por la noche?? Podriamos ir a los autos de choque.- lo dijo con una gigante sonrisa.
-perfecto- esto no podía ser más incómodo.
Había salido con chicos antes, pero desde que uno me puso los cuernos no me atreví con nadie.
Termine de guardar mi toalla y me pase mi eastpak por el hombro.
-Adiós- lo saludé con una sonrisa de lado.
Él me dio un movimiento de cabeza con una sonrisa.
Al llegar a la entrada como ya me lo esperaba, estaban mis primitas bonitas.
-¿Quién es ese guapo que te mira siempre como si quisiera besarte?- Sofi me preguntaba con una ceja enarcada.
-Tranquila, celosa, posesiva, es solo un compañero de trabajo- le respondí a lo que Lucy se puso a reír.
-Ayer no nos dijiste nada sobre él- dijo Lucy con un puchero adorable, eran guapísimas las dos.
-Es que me daba un poco de vergüenza, le di con una raqueta de tenis- y así empecé a explicar toda la historia.- Y hoy me ha pedido de salir con él, a los autos de choque.
Empezaron a chillar las dos mientras daban saltitos, y yo a reír demasiado nerviosamente.
-Al final la que se va a casar primero va a ser nuestra lumpalumpa- bromeo Sofi8 y se pusieron a reír las dos.
-Vaya exageradas, solo voy a salir con él, aún no me a pedido matrimonio.-
Fuimos al cine, obviamente a ver "culpa mía" era la séptima vez que la veíamos, a mis primas le encantaba, estaban coladísimas de Nick Leinster, bueno quien no?
Al volver a casa me entere de que mi padre y mi madrastra habían llegado.
Me fui a dormir esperando con demasiada emoción el sábado.
Había algo de especial en él, creo que nunca podría sacarme de la cabeza esa mirada azul eléctrica que me transmitía tanto. Definitivamente sentía algo por Dylan.
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Cada verano tiene su historia.
RomanceUn verano como cualquier otro. Bella Evans se va de viaje en el sitio donde ha veraneado toda su vida. Un pueblo de montaña, bastante lleno en verano y navidad. Se busca un trabajo como monitora. Y encuentra uno en un club de tenis, donde cerca sus...