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–¿Es usted el brujo de las serpientes?– pregunta seriamente aquel alto caballero con la piel marcada de cicatrices y curioso cabello albino
Obanai permanece callado un momento analizando al sujeto, a simple vista se sabe que es uno de los caballeros mas cercanos al rey por su resistente armadura blanca con detalles de molinos de viento en plata simbolos distintivos de la familia Shinazugawa del ducado del viento una de las familias de las cuales la gran mayoría de descendientes son habilidosos guerreros dispuestos a dar sus vidas con tal de proteger a sus reyes, despiadados y insensibles a la hora de asesinar a los enemigos
–Te equivocaste de persona soldadito– justo por esas razones no cometera la idiotez de revelar su identidad ante alguien que posiblemente le busca para asesinarlo, siguiendo su instinto de supervivencia decide cerrar la puerta de su hogar hacia aquel soldado que preguntaba por su persona
Maldijo su suerte cuando el soldado detuvo la puerta con un pie obligándolo a abrirla nuevamente, debe admitir que su idea de cerrarle la puerta en la cara a un soldado era pésima aun mas cuando el tipo habia logrado encontrar su cabaña en medio del bosque y bien podria matarlo sin que nadie mas lo supiera
–de hecho me parece que es usted a quien eh estado buscando– ese tono refinado irrito un poco a Obanai sin embargo solo le sonrie de manera sarcástica al soldado y trata inútilmente de cerrar la puerta otra vez –eh venido a solicitar tus servicios brujo de las serpientes
–Lamento decirte querido que no se de que hablas– sigue haciéndose el desentendido mientras extiende su mano hacia el soldado dando a entender que necesita algun tipo de incentivo si queria conseguir algo de él
–¿seis monedas de oro seran suficientes para hacerle entender mis intenciones?– el soldado bien pudo amenazarlo con arrebatar su vida sin embargo el pago en oro es mucho mas simple y rapido para ambos
Y menos doloroso para Obanai
–me alegra saber que nos entendemos señor Shinazugawa– no hizo falta decir de donde o como sabia su apellido la falta de sorpresa en el rostro del soldado demostraba que es bastante obvia su familia de ascendencia y esta en todo lo correcto al llamarle Shinazugawa–Y dime, ¿En que puedo ayudar a alguien tan apuesto?– pregunto con su comun forma de tratar a los clientes mientras se retira de la entrada para dejar pasar al soldado quien luego de una pequeña reverencia demostrando sus modales ingreso en aquel lugar tan peculiar
Digno de un brujo podria decirse
Mientras avanzaban por la sala repleta de hierbas medicinales, piedras con propiedades específicas y frascos con contenidos desconocidos luminicentes Obanai menciona todas y cada una de las cosas que al Shinazugawa podrían interesarle
–Una poción de amor– fue lo que dijo al estar ya en la reducida cocina del lugar, este singular pedido sorprendió un poco a Obanai sin embargo al analizarlo un poco resoplo frustrado mientras preparaba un poco de té
