Bakugo Katsuki jamás se ha llevado bien con Shoto Todoroki, lo detesta, casi con la misma intensidad que al cabeza de brocoli. Bakugo siempre fue el número uno, así que cuando Shoto pareció querer arrebatar ese lugar y encima de todo sin esfuerzo, l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasaron algunas semanas, aquel accidente de parte de Bakugo ya había sucedido, su pelea tanto física como verbal con Shoto Todoroki ya había pasado, hoy, Bakugo Katsuki, regresaría a su secundaria, luego de haber sido suspendido por una semana completa.
Bakugo no miro el rostro de ninguno de sus compañeros, pasó con tranquilidad e indiferencia a guardar sus cosas en su casillero, como si nada hubiera pasado, como si su rostro no tuviera algunas marcas al igual que su cuerpo.
Nadie se acercó a saludarlo, nadie se acercó a preguntar, nadie se acercó a ayudar, fue como si aquella pelea jamás hubiese sucedido.
Bakugo guardo sus objetos de valor con inmensa tranquilidad, luego, cuando el timbre sonó, el entró a clases, tomó algunos libros y su estuche de lápices, el rubio camino con tranquilidad hasta llegar a su salón, su paso era ligero pero firme.
Al llegar noto que estaba un poco tarde, o bueno, normalmente sería tarde para el alumno que casi siempre llegaba primero, observo el salón en busca de asientos, sus compañeros tenían su mirada puesta en el, como si lo juzgarán, como si el les diera lastima, pero ninguno se acercaba a preguntar o siquiera ofrecía su asiento, Bakugo no los culpaba, así que ignoró por completo su situación de mierda, y fue hasta el último asiento, era el único vacío.
La clase transcurrió con algunas miradas dedicadas a Bakugo, también susurros hablando de el, algunas risas resonaron mientras el maestro daba su clase, a el también le daba completamente igual la situación, así que no se metió.
Los cuchicheos, las risas, los susurros, las miradas, absolutamente todo aturdia a Bakugo, pero no respondía ni intentaba hacer el mínimo esfuerzo por defenderse, aquello sorprendió de sobremanera a la mayoría de sus compañeros, especialmente a uno de todos ellos, el único que desde que lo había conocido, jamás había logrado poder apartar la mirada del rubio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al terminar las clases y que llegara el receso, Bakugo se levantó de su asiento, el, en definitiva, estaba actuando malditamente extraño, sus ojos parecían solo enfocados en la clase, jamás grito o insulto a quienes conversaban, no se defendió ni intento responder, tampoco peleo por su asiento y, más que nada, en ningún solo momento miro aunque sea de casualidad a Shoto.
