Oda a uno mismo

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No sé que contar a pesar de que tengo como compañera la música. Me encuentro buscando la frase perfecta, la palabra que encaje a la perfección sin saber ni siquiera de lo que hablo. Podría hablar del tiempo: hace una brisa digna de sentir, un sol digno de admirar... pero nada más que bajo mi opinión merezca ser digno.

Intentando indagar en mi cabeza sólo pretendo buscar lecciones sobre la vida, cosas que me hagan pensar y con distintas formas de ver. Pero es luego entonces cuando cuando caigo que 16 no es nada en comparación a lo que me espera, a que cada día sólo es una inspiración y cada año un paso. Puedo ser una ignorante del amor, puedo imaginar un mundo de héroes y fantasía y, ¿por qué no?: Puedo alimentarme de música, respirar brisa digna de sentir y estar hecha de un sol digno de admirar.

Que le den al amor y a sus caprichos, a sus impedimentos y complicaciones, no hay mejor amante que uno mismo. Se acabaron las rejas y las obligaciones, hoy comienzo a ser humana, hoy comienzo a ser libre.


Cuaderno de BitácoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora