No todos los demonios son malos

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Narrador: niña

Hace poco mi madre comenzó a golpearnos a mi y a mi hermanito, diciendo que éramos los hijos del diablo, y que estábamos maldiciendo a su familia, a mi padre nunca le importó lo que mamá hiciera, estuve soportando todo, porque no quería que mi hermano estuviera solo, pero ya no puedo más...

-¿Hermana? ¿Donde estas?-

Me voltee a donde estaba el, pobre, está espantado, sus ojos miran a mamá, su rostro desfigurado y sus extremidades regadas por toda la habitación, el charco de sangre es enorme, la misma sangre que mancha mi ropa, mis manos y mi rostro.

-Ven Kevin, acercate-.

El se acercó con cierto temor, yo solo lo carge y lo senté en la cama, luego fui a por papá, fui a su habitación, maldiciendome mentalmente.

*Agggh, ahora tendré que limpiar,¿Por que no jugué con mamá en la cocina en vez de llevarla a mi habitación?*

Toque la puerta.

Un toque, nadie abre.

Dos toques, escucho la ventana abrirse y a mi papá sollozando.

Tres toques, una voz femenina habla, dice "no temas, soy tu salvadora, vengo a responder tu llamado y a salvarte de la oscuridad".

Cuatro toques, silencio puro.

Ya me harté, abrí la puerta y vi a mi papá en el suelo, decapitado y con un rosario en manos, más sangre, más que limpiar, voltee buscando al responsable, lo único que encontré fue un texto escrito en sangre en la pared:

"No todos los demonios son malos, y no todos los angeles son buenos

Atte: su salvación"

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