levantando el infierno

Capitulo 3

levantando el infierno

3.0

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N/A: Muchas gracias a Sunshine Temple y RagnartheSemiGreen por ayudarme a implementar esto aquí a tiempo para el 4 de julio.

tania

Después de la batalla en el mar, el viaje restante a Tokio 3 fue afortunadamente rápido y pacífico. Siguieron un par de días de instalarnos en nuestro nuevo alojamiento para descansar y reorganizarnos, pero pronto me encontré enfrentando mi cita con el corazón de las operaciones de NERV, y muy posiblemente el origen de su podredumbre.

La ciudad en sí era... única.

Por supuesto, no era la ciudad más grande que había visitado. No tenía nada que ver con los megaópolis de Nueva York, Londres o incluso Tokio 2. La expansión urbana de Tokio 3 aún no había superado la piel verde de las montañas naturales de Hakone. El aire aún no estaba lleno de contaminantes. Sus rascacielos y rascacielos no lograron dominar por completo el horizonte de la ciudad.

En cambio, la nueva metrópolis se sintió casi como si hubiera sido planeada para un ojo hacia algo parecido a la armonía. La tecnología de última generación se instaló en todos los rincones de la ciudad, pero no ahogó el paisaje natural de Hakone. Altísimas losas de metal se elevaban hacia el cielo, pero solo escasamente, en bloques cuidadosamente planificados para evitar que se llenaran demasiado en el horizonte. Vivienda asequible, amplias redes de transporte público, un próspero mercado laboral, todo respaldado por una organización que intenta salvar el mundo.

Todo parecía perfecto.

Demasiado perfecto.

Caminar por Tokio 3, en comparación con todas las antiguas megaciudades, se sentía... mal.

Puede haber estado en armonía con la naturaleza, puede haber sido diseñado para ser perfecto para la habitación humana, pero no se sentía como si hubiera sido hecho por humanos. No había historia aquí, ninguna de las pequeñas imperfecciones, nada de carácter que venía del viejo mundo. Era un paraíso perfecto limpiado de todo lo que nos hacía humanos.

Su ubicación en el interior también lo privó de la ubicación junto al mar tan icónica del primer Tokio, perdida hace mucho tiempo en las Guerras de Impacto. En muchos sentidos, me hizo preguntarme por qué NERV se molestó en llamarlo Tokio 3, especialmente cuando Tokio 2 todavía existía y actualmente era la capital de Japón.

Tal vez sea un testimonio de su ego, reflexioné, mientras continuaba por la ciudad. La arrogancia de tomar el nombre de un símbolo muerto, ya honrado, y reclamarlo como propio. Y el poder para respaldarlo.

La mañana realmente comenzó cuando me encontré con Misato en nuestra cita programada frente a una de las estaciones de tren de levitación magnética de Tokio 3.

"¡Coronel!" Misato me saludó con una sonrisa mucho menos genuinamente despreocupada que la primera con la que me había encontrado. "Me alegro de que pudieras unirte a mí en esta pequeña excursión al amanecer".