Don't Worry Blue Eyes

31 3 0
                                    

El sonido del fuego consumiendo madera, lento y relajante...

Hasta que recordó que no tenía ninguna chimenea o fuente de fuego similar en su pequeño apartamento.

Abrió los ojos tan rápido que le dolió la cabeza ¿Dónde estaba? Intentó llevar su mano a su frente pero fue detenido por los grilletes en sus muñecas y tobillos que lo mantenían acostado.  Poco a poco el dolor de cabeza se fue disipando y pudo regresar a sus sentidos, los cuales le iban brindando peor información.

El sabor de algún tipo de tela en su boca le hizo procesar que estaba amordazado y la textura de la mesa en la parte baja del cuerpo le cayó como un balde de agua helada. Estaba desnudo. 

Desnudo y encadenado en un lugar extraño, sin poder tan siquiera gritar por ayuda. Su visión se volvió borrosa por las lagrimas que se acumulaban en sus ojos.

¡Pero no podía dejarse vencer tan rápido! Decidido a dar pelea, comenzó a analizar lo que había a su al rededor.

La iluminación del cuarto le hacía saber que la chimenea estaba detrás de él. A su derecha había una gran cortina de color morado obscuro que colgaba de una pared con papel tapiz morado unos tonos más claro, en frente había un mueble con lo que parecían ser vajillas y cubiertos y a su izquierda, una gran puerta blanca de donde justo emergió el hombre.

Vestido con una bata roja pero con cuello y puños de color negro, caminó hacia la gran cortina, en silencio. Su cabello se mantenía impecable, de hecho, todo él se veía fresco, como si se hubiera arreglado recién, como si se hubiera arreglado para el momento.

En un momento, la cortina fue abierta por completo dejando ver un jardín al exterior, donde las plantas disfrutaban de la tormenta que azotaba esa noche.

El hombre fue al gran estante de madera, Erwin no alcanzó a ver qué era lo que hacía hasta que una canción comenzó a sonar. Pasaron un par de segundos hasta que giró en dirección la mesa y caminó hacia él por el lado izquierdo.

La luz de la chimenea le daba en el rostro, el cual lucía unos ojos afilados como espadas, negros como el cuello de su bata.

𝘛𝘰𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘺𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘮𝘪𝘯𝘦, 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘦𝘭𝘺

Una vez a su lado, la delgada mano derecha del hombre subió hasta el rostro de Erwin, quien cerró los ojos con temor pero solo sintió como bajaba la mordaza a su barbilla.

𝘠𝘰𝘶 𝘨𝘪𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘴𝘰𝘶𝘭 𝘴𝘰 𝘴𝘸𝘦𝘦𝘵

— ¿Donde estoy?— Preguntó el rubio sin obtener respuesta. El hombre solo le miró y acarició su mejilla.

𝘛𝘰𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘰𝘧 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘪𝘴 𝘪𝘯 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴

Después de un momento en silencio, el hombre finalmente movió su mano izquierda y Erwin sintió como algo afilado comenzó a hacer presión en la pierna.

𝘉𝘶𝘵 𝘸𝘪𝘭𝘭 𝘺𝘰𝘶 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘦 𝘵𝘰𝘮𝘰𝘳𝘳𝘰𝘸

— ¿Quien eres?— Aunque Erwin seguramente era más alto, el hombre era quien tenía el poder. Erwin estaba en shock, su pulso se aceleró y las lágrimas comenzaron a brotar mientras lo volvían a amordazar.

𝘐𝘴 𝘵𝘩𝘪𝘴 𝘢 𝘭𝘢𝘴𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘱𝘭𝘦𝘢𝘴𝘶𝘳𝘦

— No te preocupes, ojos azules, solo probaré una pequeña rebanada.

𝘖𝘳 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘢 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵'𝘴 𝘱𝘭𝘦𝘢𝘴𝘶𝘳𝘦

El cuchillo fue enterrado en su muslo y siguió abriendo la piel hasta su rodilla. La música dejó de sonar para sus oídos, solo escuchaba sus latidos y el sonido de sus gritos contra la mordaza. Instintivamente movía el resto de sus extremidades como respuesta al dolor, intentando alejarse, pero esto solo causaba que se lastimaran las partes sujetas a la mesa y que el cuchillo en su pierna se enterrara aún más.

Durante esto el hombre no dejó de mirarlo fijamente, no quería perder detalle de la reacción. Como si disfrutara la manera en la que Erwin iba palideciendo, como lágrimas y sudor se combinaban al llegar al final de su rostro y sus ojos se abrían en dolor y horror puro.

Erwin pudo ver una pequeña sonrisa en el rostro de su captor y como aparecía un brillo tenebroso en su mirada.

Cuando los gritos de Erwin se detuvieron y sólo quedaba el sonido de la música y su respiración pesada, el hombre regresó al estante. Erwin estaba demasiado débil como para siquiera mover su cabeza y ver lo que ocurría, la herida y el cuchillo en su pierna impedían cualquier tipo de movilidad.

El hombre regresó a la mesa, y ahora del lado derecho, comenzó a hacer cortadas por todo el cuerpo encadenado. Empezó lento, como si se divirtiera viendo el cuchillo cortar la piel con facilidad, pero conforme avanzó el tiempo la intensidad fue aumentando hasta que pareció estar en una especie de trance, combinado con enojo.

Comenzó desde el brazo,  se abrió camino hacia abajo hasta que llegó al miembro de Erwin y se detuvo. Obviamente Erwin no estaba erecto pero eso no le importó al hombre, quien comenzó a chuparlo y masturbarlo con la mano.

Erwin sintió placer pero era solo la reacción instintiva de su sistema. La boca del hombre era cálida, parecía tener experiencia así que inevitablemente después de unos minutos, Erwin la llenó con su semen.

El extraño tomó todo perfectamente e incluso lamió la punta del miembro de Erwin un par de veces, pero tan pronto como el orgasmo de Erwin se desvaneció, el hombre el glande.

Y Erwin finalmente colapsó.

Aunque ese fue el final de su viaje, la diversión y el banquete del hombre aún no habían terminado.

Al amanecer, los órganos de Erwin estaban en cubetas listos para ser triturados y desechados en alguna parte. La pequeña estufa en el gabinete había perdido su calor, la botella de vino con la que el hombre había acompañado la carne estaba medio vacía y los huesos de la caja torácica estaban expuestos en la mesa, aún con algunos restos de carne que no lograron ser consumidos antes de que el hombre se durmiera en su silla.

「Don't Worry Blue Eyes」 eruriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora