╰►𝑇ℎ𝑒 𝐵𝑜𝑦 ᵃⁿᵈ 𝑻𝒉𝒆 𝑩𝒆𝒂𝒔𝒕 ❥︎⌇ Vᴋᴏᴏᴋ

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—Capitulo 59—

Mansión Kim

10P.M.

--Ya van a traer el pastel, no deberías estar acá... -- la voz de TaeHyung sorprendió al muchacho sentado en una de las bancas del extenso jardin.

--No estoy muy acostumbrado a los tumultos... es demasiado para mí... -- respondió JungKook, concentrando su visión en la rosa que tenía en manos, arrancada de una de las piezas del jardín

TaeHyung observó a su esposo brevemente, para luego tomar asiento a su lado.

El momento había llegado.

--La fiesta terminará pronto... no te preocupes -- rompió TaeHyung el breve silencio, JungKook alzó la mirada, notando al mayor sentado al lado, la expresión suave y los ojos estallando por decir algo.

Ambos volvieron a sentir que el mundo dejaba de girar a su alrededor.

Para JungKook era arriesgarse y entregarse a un sentimiento nuevo pero que valdría la pena; para TaeHyung era jugar su última carta y ganar el corazón que tanto anhelaba.

--Mi amor yo...

--Taehyung...

Hablaron ambos a la vez, soltando luego una risita incómoda.

--Jungkook... -- se apresuró TaeHyung a tomar la palabra, tomando su mano.

JungKook cerró los ojos, rogando por que no fueran las palabras que no quería oír. Los latidos de Kim se aceleraron, creando un nudo en su garganta imposible de resolver.

--Señor Kim los invitados esperan -- irrumpió repentinamente la voz de uno de los mayordomos, quebrando el ambiente entre los dos.

JungKook sin saber por qué, dio un salto de alivio, acelerando el paso hasta el interior de la casa.

El miedo de TaeHyung se iba apoderando de él. Así como una nueva determinación.

11:00 P.M.

--Espero que sepas lo que haces... --se dirigió la señora Kim a su hijo, quien sostenía la puerta del auto que la llevaría de regreso a casa.

--Lo sé madre esta vez no me voy a equivocar -- estableció TaeHyung, inclinándose lo suficiente como para dejar un tierno beso en la mejilla de su madre, ella sonrió levemente pues hace años que no lo hacía.

--Solo quiero que sepas que ahora no me interpondre en nada de lo que decidas, tienes mi apoyo.... hijo

TaeHyung le sonrió con melancolia --Gracias madre.

--Señor Kim... -- la voz gruesa de NamJoon se dejó oír por debajo del marco de la puerta.

TaeHyung giró, enfrentando al hombre que sostenía en manos una carpeta de color azul que reconoció como su sentencia final.

--No tiene caso que lo siga alargando -- habló NamJoon con tono firme.

Y TaeHyung asintió.

--Debo irme mamá...

[...]

Encerrados por más de diez minutos en el pequeño despacho, TaeHyung no podia creer que finalmente la hora había llegado.