Bienvenidos a New York.

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12 De Agosto del 2020.

Lukas Davis.

—Estamos en casa—Suspiro aliviado dejando las ultimas cajas cerca de la pequeña sala.

—Nuestro hogar— Ellein me echa un vistazo colocando las manos en su cintura para luego caminar en pequeños círculos y obtener una vista detallada del lugar.

—Ven aquí pelirroja torpe—La tomo desprevenida y un pequeño gritito envuelto en risas sale de su boca, mi brazo se enrolla en su cintura cargándola y permitiendo que sus piernas se enrollen al rededor de mis caderas.

-Pequeños besos de su parte de depositan en mi boca y luego en todo mi rostro, esta posición me esta matando y ella lo sabe, su rubor es intenso.

-Hay cosas que son difíciles de controlar.

-Para mi una de ellas, es Ellein Loaren.

-Libero una de mis manos llevándola a su cabellera rojiza, enterrando mis dedos hasta enredarlos en ella, nos unimos en un beso apasionado en dónde me dedico a saborear sus labios y dando un pequeño paso con mi lengua por su labio inferior, mordisqueo su barbilla y su cuello se inclina dándome la señal que necesito.

-Chupo ligeramente cerca de su clavícula para luego dejar un camino de besos hasta llegar al lóbulo de su oreja, que luego atrapo con mis dientes y succiono un poco haciendo que la pequeña pelirroja suelte un pequeño y delicioso gemido que en verdad toma mi poco autocontrol.

—Lukas, Ah—Su voz se vuelve más fina y aun más provocativa,quiero seguir escuchando.

-Me separo ligeramente de ella mirando detalladamente.

-Sus labios se separan ligeramente en tantos jadeos, sus lindas y largas pestañas adornan sus ojos ámbar y sus gafas la hacen ver provocativa.

—Joder— Mi voz es áspera.

—¿Te han dicho que eres malditamente sexi?— Una risa suave abandona mis labios.

-Sus piernas se aferran mejor a mis caderas y uno de sus pies rosa mi culo.

—Me lo han dicho— sonríe y un pequeño hoyuelo aparece en la comisura de su boca e instintivamente me acerco para depositar un beso en el área.

—Tengo curiosidad por saber quién le dijo eso a mi chica—.

—El chico de ojos grises que se dedica a secuestrar pelirrojas sangrientas— Me guiña un ojo.

—Puedo hacer algo más que secuestrar pequeñas pelirrojas— Camino hasta la encimera de la nueva cocina.

-Que de hecho, esta por ser estrenada justo ahora.

—Tengo unos antojos de devorarme a una sexi, pecosa y pequeña pelirroja sangrienta—Dejo caer su cuerpo en el mesón y una de mis manos quita el cabello pegado a su cuello.

-Mis ojos observan con detenimiento la imagen de la chica que aun es mi prometida.

-Todas sus áreas están enrojecidas, mis ojos siguen su curso hasta llegar a sus pechos, lleva una pequeña blusa de tiros color crema y una camisa blanca de botones abierta que cubre sus hombros.

-Desde la clavícula hasta abajo hay una pequeña área llena de pecas, estas adornan gran parte de sus pechos, o lo que aun puedo ver de ellos.

-Mi dedo índice repasa con detenimiento esa pequeña área hasta llegar al borde de su escote.

—No son la gran cosa—Ellein me interrumpe, y lo que acaba de decir me cabrea un poco.

—Tienes razón, no lo son— La miro fijamente.

Lo Encontré(Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora