Mundos infinitos: Ataque a los titanes

#76 Adiós a las estrellas

#76 Adiós a las estrellas

Mientras caía la noche, las estrellas brillaban y los alrededores se oscurecían, había numerosas hogueras ardiendo brillantemente en un espacio abierto. 

Por la noche, tras numerosos intentos de reconocer a algunos soldados, fue necesario incinerar a los que no pudieron ser identificados, habían pasado muchos días y era necesario hacerlo lo antes posible. 

Algunas de las familias prefirieron enterrarlos en un cementerio, pero no todos tenían los recursos y el tiempo para hacerlo, algunos soldados ni siquiera tenían familiares por lo que fueron incinerados con los demás soldados. 

E incluso para quienes querían enterrar a sus hijos, era un proceso muy complicado debido a la descomposición de los cadáveres. Takashi se había asegurado de hacer todo lo posible para que Aldous fuera enterrado, si no fuera por el pedido que le hizo al Comandante Pixis, no lo hubiera logrado. 

En un espacio abierto, un grupo de cadetes permaneció en silencio cerca de las grandes llamas. La luz del fuego iluminaba los alrededores, y de vez en cuando se escuchaba el llanto de algunas personas. 

Mirando estos fuegos, las llamas palpitantes parecían estar ardiendo dentro de los ojos de Takashi. 

Connie estaba arrodillada en el suelo y se echó a llorar. Siempre ha sido un optimista. Y su ira es porque no pudo hacer mucho en esta guerra, no pudo matar tantos titanes como quisiera. Takashi sabe que todos eran solo niños que habían experimentado las cosas más horribles que se pueden vivir en este mundo, y todos tienen derecho a llorar y sentirse inestables.　 

Takashi sintió que a medida que pasaba el tiempo se le hacía más difícil mostrar sus verdaderos sentimientos, ya no podía ser tan visible como antes. Mirando a Jean, que temblaba mientras apretaba los puños, Takashi preguntó: "Supongo que has decidido unirte al Survey Corps, ¿verdad?" 

Con un puñado de tierra en sus manos, Jean lanzó un puño hacia el cielo y dijo con determinación: "Sí, al igual que tú, yo también voy a morir, no quiero decepcionar a mi amigo solo con cenizas". 　　　　

Takashi miró a Jean con comprensión, él también había perdido a alguien a quien no creía que le prestaría tanta atención, Aldous, un herrero. 

Mina, Franz, muchos soldados habían muerto, incluso el amigo de Jean, Marco Bott, y Takashi no podían ser un héroe para ellos. 

Todavía recordaba cuando Marco Bott se interpuso en el enfrentamiento que tuvo en los primeros días con Jean.

Solo ahora recordó que muchos de los que murieron, vivieron, y muchos de los que murieron todavía estaban muriendo sin forma de cambiar su destino. 

Takashi lamentó que el poder de sus ojos estuviera tan restringido por la vida que perdió, de lo contrario, se habría asegurado de que esto fuera diferente. 

Muchos cadetes recién graduados no podían creer que un tipo tan inteligente y capaz realmente hubiera muerto, en la opinión general de todos, Marco era un soldado talentoso.