1:un encuentro inesperado

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Lo mío no era de mudarse, siempre que cambiaba de ambiente me nacía ese deseo de convertirme en una piedra, así nunca me movería del sitio, a menos que alguien lo haga, pero ya que, una piedra no tiene valor alguno para que que te lleven consigo mismo.La dura realidad es que nunca me convertiré en una piedra.

Me encontraba cargando las cajas que llevaban consigo las pertenencias de mi familia, hacia la nueva casa donde desgraciadamente me quedaré unos cuántos meses y ya se repite la misma historia. La razón de que mi familia este en constante movimiento en la ciudad, era por el trabajo de mi padre, quien su jefe le asignaba el lugar de donde trabajaría, ya que era un ingeniero civil.

La casa esta vez era diferente a las anteriores, era una mansión moderna, tenía todas las comodidades y lujos de hoy en día, lo malo de esta casa, es que no tenía un jardín, esta vez sería diferente, extraño donde vivía antes , ya que solía salir al jardín que este estuviera lleno de flores de todo tipo, como las margaritas, rosas, gerberas, claveles, había árboles como pinos, olmos, en fin había muchas, yo soy amante de la naturaleza, me encantan los árboles ya que de igual forma son seres vivos como cualquiera vida humana existente.

De noche podría ver las estrellas recostado en el campo verdoso, en ocasiones dormía en el camper con mis amigos, aunque la verdad no tengo amigos solo soy yo, con mis ideas,.... retrocendiendo a lo dicho, también realizaba un día de picnic con mi familia, también podría leer un libro recostado bajo el árbol, ya que el jardín se encontraba en frente de mi habitación, y podría ir en cualquier momento que se me antojara, todo aquello ya lo estaba extrañando.

Subí a mi habitación que este estaba desordenado, a medias, al parecer habíamos terminado de traer todas las cosas, poco a poco , ya que mis padres estaban ocupados toda la semana en su trabajo, yo concentrado en las clases, solo los fines de semana, poníamos de nuestra parte en trasladar las pocas cosas y muebles que empacabamos.

Me acerqué a la ventana de mi habitación que daba a la calle a observar que me brindaría esta vez la vida, espera... ¿qué?, osea... ¿cómo?. Es la chica popular del colegio, ¿Que hace ella por aquí?. Bueno talvez está de pasada, que a unas cuadras se hallaba su posada. Pero espera se dirige a la casa de en frente ¡oh, rayos!, últimamente, me topaba con frecuencia con ella, pero claro nunca cruzábamos palabras.

La razón de que nunca cruzaba palabras con la "chica popular", es obvio, somos de diferentes mundos, polos opuestos, ella es amada y respetada por todos de la clase, por lo tanto yo era el rarito, eso es lo que me distingue de ella.

La chica desapareció de mi mirada, cuando ingresó por la puerta principal que daba hacia la calle, dejándome con mis pensamientos, ella tenía un tez muy llamativo a tus ojos, sus ojos de color avellana, combinaban con su belleza exterior, sí, nunca conocí, ni conozco la belleza interior, obvio a lo que me refiero es a su personalidad, su forma de ser, que algún día la conocería.

Ese algún día sería hoy, ya que mi madre había invitado a los vecinos de en frente a una cena familiar, solo al saber que la chica vendría, me puse muy nervioso. Supongamos que yo sentía algo por ella hace un tiempo atrás, al pasar el tiempo creí que había perdido ese afecto hacia su persona, pero hoy descubrí que seguía enamorado de ella.

—¡Mateo!...—Al escuchar la voz de mi madre, sentí como las burbujas de mis pensamientos se esfumaron uno por uno, devolviéndome a la realidad donde me encontraba.

Asentí.

—¡Mande!.—Me dirigí de donde provenía la voz, estaba en la cocina.

—Donde andabas, ven ayúdame con la cocina-La mujer puesto un delantal, donde estaba escrito un enunciado "Soy la mejor mamá del mundo mundial", frunciendo el ceño me observaba-¡pero apúrate, que los vecinos ya vendrán!—Reaccionó al verme parado como una estatua.

La chica de en frente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora