Parasito Kim (Vkook/Taekook)

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Difícil es poner atención a la clase, el mareo y dolor de cabeza están volviendo...

— Si coseno es adyacente sobre hipotenusa ¿cual sería la sustitución con los datos del triángulo para encontrar el lado que nos pide? —la maestra hablaba, no podía entenderle ni una palabra, toda mi concentración estaba en el dolor de cabeza.

— Sería: coseno de 37° es igual a adyacente sobre 55 —respondió una de mis compañeras.

El dolor se volvió una migraña, tuve que recargarme sobre mi escritorio pues la cabeza me pesaba mucho, me sentía muy débil y quería vomitar, cuando sentí la necesidad de hacerlo levanté rápidamente mi mano con insistencia.

— ¿Tienes alguna duda, Jungkook?

— No me siento bien... —hablé con dificultad, sentía que quería vomitar y cerrar los ojos para desmayarme, una sensación horrible.

La maestra no dijo nada, su rostro expresó una ligera preocupación por unos segundos en lo que desviaba su mirada.

— Jimin, por favor lleva a Jungkook a la enfermería.

— Claro maestra.

El mencionado se levantó de su lugar y fue hacia mi, con cuidado tomó de mis brazos para levantarme y así sujetarme para poder mantenerme parado, una vez así caminamos los dos hacia la puerta del salón.

Puedo jurar que el piso se movía solo.

— Con cuidado Kook... —soltó cuando por poco tropezaba con mis propios pies.

— S-sí... ghh... —me detuve un poco, sentía que estaba a nada de desmayarme.

— ¿Qué necesitas? ¿Quieres agua? ¿Algo? —intentaba ayudarme.

— D-debo.. ghhh... —no podía siquiera hablar con claridad.

Me solté de él y traté de dirigirme a los baños más cercanos, tropezando un poco en el camino, casi no podía ver de lo mareado que estaba, Jimin iba siguiéndome detrás cuidando de mi. Finalmente llegué, entré al primer baño que encontré y sin más solté todo vomitándolo.

— Agh... —pronunció Jimin con algo de asco.

Terminé de vomitar, giré mi cabeza levemente viendo que Jimin me pasaba papel para poderme limpiar los restos de mis labios.

— ¿Te sientes mejor? —preguntó en lo que yo me limpiaba.

— No... pero al menos el mareo ya no es tanto..

— Es la cuarta vez que te da migraña en la escuela ¿Hasta cuando te llevará tu mamá al doctor?

— Ya hizo cita, será en dos días —me enderecé un poco tirando de paso el papel en el bote de basura.

— Siéntate un momento, espera a que se te baje un poco, yo iré por la enfermera para que te vea aquí, no tardo —él se fue.

Nada más asentí ligeramente con la cabeza en lo que él se alejaba, cerré los ojos un momento tratando de perderme en mis pensamientos para ignorar la migraña, pero me costaba dejar de pensar en lo débil que me sentía, cuanto más tiempo pasaba peor me sentía.

De pronto escuché a alguien entrar.

— Wow ¿Y a ti qué te pasó?

Abrí mis ojos para poder mirarlo, ese rostro jamás lo había visto antes en los pasillos.

— ¿Quién rayos eres? —solté con fastidio, me fue inevitable hacerlo, no necesitaba ser molestado con todo lo que tenía.

— Qué carácter, solo te hice una pregunta.

— No me pasó nada, puedes irte —desvié mi mirada volviendo a cerrar los ojos de paso.

— Sí claro, te ves perfecto. —musitó con burla —. Hablando enserio Señor amargado ¿No necesitas ayuda? De verdad que no te ves muy bien que digamos.

— Ya te dije que no, gracias — él soltó un suspiro.

— Está bien, como digas, me voy.

Y finalmente salió del baño, no tengo la menor idea de quién sea ese chico, quizá es nuevo en la escuela, no lo sé... ojalá lo hubiera conocido de otra manera, aunque, bueno, ni siquiera dejé que me dijera su nombre.