REFECTOR: ENTRE EL AMOR Y GALAXIAS. (2023).

PRÓLOGO

PRÓLOGO.

El centro de control se encontraba vacío, el largo panel en forma de curva tenía una de tantas pantallas en el medio, de dónde titilaba un triángulo rojo con un signo de exclamación en el medio.

Una mujer de cabello canoso y aspecto de estar alrededor de sus cincuenta se acerca con rapidez a ese panel e intenta mover algunos botones para omitir la advertencia. Estaba comenzando a desesperarse.

Nada hacia efecto.

Ella se angustiaba cada vez más, estuvo a punto de encender la alarma de emergencias en la nave, y repentinamente unas letras empiezan a aparecer en la pantalla del panel, algo así como los créditos al final de las películas.

Estas letras eran con estilo cursivo, un largo párrafo de color blanco comienza a rodar. La mujer frunce el ceño y con extrañeza empieza a leerlas.

"Suceso registrado en el Año 2050:

Un grupo de emergentes se cuelan en la nave central, matando a todos los encargados que se encontraban en ella. Nuestros investigadores se hallaban en esa nave con un solo objetivo: una misión ordenada por Refector. La misión consintia en escabullirse en el planeta B2 y extraer un pedazo de "su núcleo dinamita" para su examinación y así poder aprobar la vida en ese planeta. Ellos no pudieron llegar siquiera al destino, fueron emboscados en mitad del camino por los emergentes, y terminaron masacrados. Sus cuerpos fueron devueltos en otra nave, una nave del bando de los emergentes, quiénes metieron unos papeles de aluminio con mensajes confidenciales dentro de sus cuerpos, ya en estado de descomposición.

Nuestro jefe conocido como nuestro Refector declaró este acto como "declaración de guerra y acto de burla" por parte de los emergentes. A día de hoy, seguimos en busca del hospedaje del bando de los emergentes, nuestro Refector compensará su encuentro con puestos de alto rango dentro del consejo de galaxias y otros beneficios más.

Sin más que decir, el mensaje se eliminará automáticamente en menos de 10 segundos."

La mujer queda aún más confundida cuando una cuenta regresiva empieza a escucharse con tono robótico, pasado el tiempo la pantalla explota internamente y el vidrio del panel se oscurece y parte en pedazos.

Ella traga grueso, aún asimilando. Lo menos que quería era que el bando de Refector se contactara con ella, así sea para pedirle un mínimo favor.

Refector y su bando eran los más temidos y a la vez los más poderosos en toda la galaxia, ellos eran personas insensibles que solo pensaban en su interés propio como sociedad y menospreciaban al resto de los bandos que se encontraban en el espacio. Siempre que Refector quería algo, lo conseguía, sin importar que tenga que masacrar una nación entera.

La mujer salta de un respingo cuando el sonido de unos nudillos contra la puerta la sorprenden, ella carraspea y se endereza. Recuperando su postura de gobernante.

—Adelante.

Abren la larga y angosta puerta principal y un chico con traje blanco acolchado y la insignia de "Galex" pasa por ella, nervioso.

—Mayor Elena, han llegado. —anuncia el chico, con voz temblorosa.

Ella abre los ojos como platos. No le costó entender de quiénes hablaba el chico.

—¿Dónde están?

—En planta baja, solicitan hablar urgentemente con usted.

—De acuerdo. Distraelos, ya bajo. —le ordena la señora y el chico asiente, obediente.