Jazmín

Capitulo 3 💯

"Iré a cualquier parte, siempre que sea hacia delante".David Livingstone

     Narra Jazmín🥰

La habitación se convirtió en un bosque. La vista era increíble, había muchos animales y el cielo estaba despejado. - Tienes que recorrer el bosque hasta encontrar la estrella-, dijo una voz robótica. Empecé a mirar a todos lados para ver de dónde venía. - A la cuenta de tres: 1-, empecé a asustarme, - 2- tomé aire y traté de tranquilizarme, - ¡3!- Empecé a correr esquivando ramas, animales y lo que se me atravesara. Corría y corría y parecía que nunca se iba a acabar. Un ruido me alertó, miré hacia atrás y vi un puto león, el pánico me empezó a llenar, empecé a correr más rápido esquivando los obstáculos, me empecé a desesperar porque sentía sus pisadas más cerca. Cuando pensé que me iba a morir devorada por un animal (y virgen), apareció un río. No lo pensé dos veces y me tiré, me hundí para que el león no me siguiera y cuando sentí que ya se había ido salí tomando una gran bocada de aire.

Miré para todos los lados para ver hacia dónde iba y vi una isla con una colina al frente. Empecé a nadar hacia allá lo más rápido que pude. Cuando toqué tierra no pensé ni un minuto y empecé a correr hacia la colina. Cuando me estaba acercando podía alcanzar a mirar una estrella. Aumenté mis pasos hasta llegar a la colina. Empecé a escalarla hasta la cima, cuando la alcancé el bosque desapareció y aparecí en la habitación.

-Pensé que te ibas a demorar más-, dijo la mujer de mediana edad que se encontraba en la mitad de la habitación. Era regordita, bajita, pelirroja, de ojos cafés y morenita. Llevaba una libreta en la mano. - Lo siento, no quería asustarte Linda, pero quería felicitarte: eres la primera que ha terminado y lo hiciste muy bien-, dijo con una sonrisa amable.

-Gracias, pero ¿dónde me harán el cuestionario?-

-A eso iba. Siéntate aquí-, dijo señalando un escritorio y una silla que no había notado. Hice lo que me indicó, ella se despidió y salí por la puerta.

Estaba tan despistada que apenas sentí cuando el reloj pitó. Empecé a resolver las preguntas que, a mi parecer, eran muy tontas como "¿cuántos idiomas hablas?", "¿tu color favorito?", "¿tienes una enfermedad?", "¿qué tipo de música te gusta?", "¿dónde te gustaría vivir?" y muchas más estúpidas.
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Después de salir de la ODC noté que era de noche. Miré a mi alrededor para ver si conseguía un Uber, me acerqué a uno y le pregunté al chofer si me podía llevar. Cuando me dio el asentimiento, me monté y ni siquiera noté cuándo habíamos llegado. Me bajé antes de pagar, me adentré a la casa y escuché ruido en la cocina. Cuando me acerqué, estaban mis padres.

-Hola pequeña, ¿cómo te ha ido?-, me preguntó mi madre.

-Bien, gracias por preguntar, pero estoy tan cansada que caería en coma-, dije. Se echaron a reír por lo último que dije y yo los acompañé. Me despedí de ellos y subí a mi cuarto para quitarme la ropa y ponerme las pijamas y desmaquillarme. Me lavé los dientes. Cuando terminé, revisé mi celular y tenía mínimo 20 notificaciones de Instagram, me puse a revisarlas.

No me di cuenta a qué hora caí en los brazos de Morfeo.