En un mundo dónde el único objetivo es sobrevivir, se ha desarrollado un potente virus que infectó a millones de personas en todo el mundo, dando como origen el nombre tan pronunciado en películas y videojuegos, así es, me refiero a los zombies.
La...
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☽ Narra Hongjoong ☽
Cuando finalmente desperté, la oscuridad de la noche invadía las calles en que Yeosang conducía. Las luces del auto aún estaban apagadas, por lo que nos encontrábamos en completa oscuridad.
Detrás de mi se escuchaban pequeños silbidos, seguramente los demás se habían quedado dormidos.
-- Oh, buenas noches dormilón.-- dijo Yeosang entre risas.-- ¿Ya has despertado?
Levanté los brazos y los estiré hacia enfrente mientras soltaba un quejido.
-- No lo sé,-- dije con la voz ronca.-- creo que sigo dormido.
-- Ja, ja...-- respondió Yeosang de forma burlona.
A través de las ventanas se podía ver cómo algunos zombies deambulaban entre las casas más lejanas y también como otros comenzaban a correr detrás el auto, mientras extendían las manos para poder alcanzarnos; lo cuál era imposible pues el auto era más rápido que ellos.
Todo normal.
De pronto mi estómago soltó un gruñido y me llevé una mano al estómago, tenía hambre.
Yeosang soltó una carcajada.
-- ¿Se te antojó lo que están comiendo los zombies? -- preguntó señalando hacia enfrente.
A unos metros de distancia se encontraban tres zombies comiendo desenfrenadamente de un cadáver que tenía los intestinos por fuera.
Rodé los ojos con resignación, se estaba vengando de mi.
-- Necesitamos un lugar para poder pasar la noche.-- dije cruzandome de brazos.-- Y también para preparar la cena.
-- Ya era hora que lo dijeras, no soporto estar más tiempo aquí sentado.-- respondió Yeosang con las manos en el volante.
-- Entonces busquemos un buen lugar.-- dije en voz baja.
A veces extrañaba la tranquilidad de vivir sin un apocalipsis zombie, extrañaba mi hogar, la música, la comodidad de mi cama y mi familia.
Toda esa tranquilidad se había ido por la borda cuando faltaba muy poco para que me graduará de la universidad, un día había despertado y el mundo estaba hecho un caos.
Lo único que me sorprendía era la capacidad que había desarrollado para sobrevivir.
Matar se había vuelto una necesidad, porque sino los matabas tú, ellos te mataban a ti.
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Habían pasado treinta minutos desde que habíamos comenzado a buscar un lugar para poder refugiarnos, la situación se estaba tornando complicada, pues había zombies por todos lados.
