Capitulo 4.

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El comienzo del Caos,
cuando caí por ella.
PARTE 2.

Conforme me iba adentrando en el salón, noté que en el medio de las bancas se encontraba una chica, estaba atenta viendo la pelicula y con un tazón de palomitas en su regazo... ¿palomitas? Como rayos consiguió palomitas en este lugar, de momento no funciona ni el bar del lugar para decir que las compró, mientras me acercaba a su dirección, mi pie se atasco con una silla y no se que fue peor, el sonido que causo mi pie al mover la silla por el atasco o el sonido que se provocó tras caerme de cara al piso, no puede ser, que vergüenza, Dios tragarme y escúpeme lejos.

Ella claramente se asustó, y con el grito que dio, seguramente la escucharon en España, no se si el miedo o preocupación se apoderaron de ella, pero allí la tenía, mientras yo me sobaba la nariz, ella estaba frente mio agachada y con cara de espantada, y no la culpo, yo también estaría así si alguien me llega por la espalda a asustarme.

-¿Estas bien?- pregunta la chica pelinegra, aún algo asustada
-S.. si, si no es la caída la que me mata, seguro lo será tus gritos, ¿no?-me levanto, y ella también, una vez paradas notó que es un poco mas alta que yo, no mucho pero es notable la diferencia.
-Pe-perdón, pero me asustaste, lamento haber reaccionado cuando un ruido desconocido ocurre justo detrás de mi.
-No, no era eso lo que.. sabes que, perdón, lo lamento no debí de haber entrado así, mi intención no era asustarte...
-Emm si, no te preocupes, todo bien, pero, ¿quién eres, y qué haces aquí?-pregunta, con evidente curiosidad en su voz
-Si, si bueno era lo mismo que te quería preguntar- sonrió- Soy Enae y se supone que este conociendo el lugar
-¿Se supone? Entonces ¿no es así?
-No, bueno sí, pero -me quede callada, yo, me quede callada..

Aleluya, que los milagros existen, ya me hartabas hasta a mi, y soy tu conciencia

Carraspee y volví a encontrar mi voz
-No, si, me refiero a que debería estar dando vueltas y tal pero mejor estoy aquí, emm, no osea quedamos con los demás a jugar a las escondidas, fue, fue por eso que entre aquí- ¿que diablos me pasaba, por que le decía todo? Ella ni siquiera me lo pregunto, aunque claro mejor aclarar eso a que crea que soy rara y entro a donde se me antoje
-¿Los demás? -es como si todas las interrogantes a preguntas que no me hizo hubiesen sido respondidas...
-Ah ya se quien eres -dijo- eres de los nuevos estudiantes, ¿no?- yo asiento con la cabeza- claro eso responde por que estas aquí, estas en la actividad de "exploración" del colegio
-Sí, bueno, se nota que conoces demasiado bien todo, pero eso no me da a mi ningún indicio de ti, ¿quién eres, y que haces aquí a días de volver a clases? - le pregunte, pero no dio tiempo a responder, por que en ese momento llegó Mariela y
-Ro.. -fue entonces que se cortó y me vio allí y me dijo- ah hola, qué tal les va en el recorrido- preguntó
-Bien, muy bien, gracias Mariela.
-Me alegro mucho-regreso su atención a mi acompañante- Roma, vamos que te están buscando. -Si, ya voy- le dijo a Mariela, quién ahora, gracias a ella, sabia que se llamaba Roma- Bueno, me tengo que ir, supongo que ya nos veremos, y espero no me asustes en una próxima- dijo y se retiró, y ni siquiera me respondió que era lo que hacía en el lugar, recién en ese momento noté que la película había estado pausada desde hace rato, específicamente desde mi estruendo.

Lamentablemente al salir del auditorio, en el pasillo me encontró Eleonor y por tanto se acabó el juego, para mi, fui la segunda persona en encontrar, la primera fue Samara, así que el que empezáramos a hablar sucedió de un momento a otro, y mejor que fue así, ya que su dichoso juego tomó como 1 hora más, en ese tiempo me enteré de mucho.

Samara era menor a mi por 2 años, sus padres la ingresaron pronto a la estudiar porque sus trabajos no les permitía estar con ella, me comento también que tenía un hermano mayor, y que sus padres de momento no pasaban en la ciudad y por tanto la cuidaba su hermano, y el hecho que su hermano esté en casa causa que lleve allí a su novia, y el resto, el resto era historia ambas sabíamos lo que pasaba y ella me comento que cuando esas situaciones ocurren o se encierra en su cuarto con sus auriculares, o aprovecha para salir y estar fuera hasta que las cosas se tranquilicen, me agrado que no se enfoque en eso y ahora era mi turno.

-Yo vivo con mis padres no soy hija única, tengo una hermana que se llama Anabel, pero todos le decimos, Bel, tiene 6 años y es muy energética, me cambiaron del colegio por que el colegio anterior era muy lejos y no me podía ir a dejar, aunque conozco la ruta, no lo quieren, mamá y yo somos cercanas, mi papá pasa más tiempo con Bel, tengo 16 años, y detesto el calor, ah si, y cuando quieras evitar, esas, esas situaciones no dudes en buscarme, quizás podemos hacer algo, como que se yo, ¿ir al karting?- no se que le gusto más que le ofreciera ir al karting o a mi casa, pero le agrado la idea, seguimos hablando de cosas sin sentido, hasta que ya todos fueron encontrados.

Quedaban veinte minutos para que las puertas se abran y nos dejaran salir del lugar, y apareció Mariela, nos informó que el lunes no es necesario que estemos en el momento cívico, así que requería de nuestra presencia a las ocho de la mañana, ella personalmente nos indicaría nuestros respectivos cursos y nos presentaría como tal a los docentes de la hora, y continuo dando mas indicaciones, que espera que los caballeros estén bien vestidos y las señoritas debíamos ya habernos probado el uniforme que era una camisa blanca manga corta, un chompa de lana, la falda y la corbata, que horrible, luego nos dijo que con toda la información que nos brindaba, nos esperaba el día Lunes en su oficina.

Todos nos despedimos, quedamos en vernos en la entrada para ir a la oficina de Mariela en grupo, ellos iban saliendo del edificio, hasta que yo vi como Roma estaba con una blusa café mangas largas y un pantalón flojo de color negro, ella pasaba por el pasillo del cuarto piso, en rumbo a una dirección que se nos informo estaba prohibida ir.

Al salir, note que Samara aún no se había ido, parecía que su hermano tardaba, así que le ofrecí mejor que mi mamá la acercará a la casa, ella acepto, le llamo a su hermano y le dijo que no la fuera a buscar, yo le escribí a mamá que necesitaba su ayuda, ya en camino, mamá hablo con Samara, me pareció que le agrado tanto que hasta ella la invito a casa, la dejamos y regrese a casa con mamá.

Me arrepiento, debí haberle dicho a Samara que no la llevaba, así el viaje era mas corto, estábamos camino a casa cuando mamá empezó con sus chistes malos, eran esos tan malos que daban risa, me agradaba eso con mamá, mamá era así, tanto que se hacia amiga de mis amigas, pero solo de las que le agradaban, pasa que ella tanto como Alexa y Abby, presumían de su don, el de saber notar las vibras de las personas, tanto que se alejaban de quienes no les parecían buenas, yo por otra parte insistía en que era una estupidez, debía serlo, ¿no?

Cállate, es real, estoy casi segura de ello, si no por que ellas notan a las personas que te harán daño y tu después terminas dándoles la razón sobre su poder de brujas, claro, como vuelve el perro arrepentido, con el rabo entre las patas..

Llegamos a casa, al fin, no era capaz de escuchar otro de sus chistes, el último que escuche fue suficiente...

-¿Qué le dice un gato a un pez gato? - me miró- Anda Nae, responde.
-No sé, ¿qué le dice?
-Te gusta bañarte- se empezó a reír tanto que me contagió, no podía no decirle que se callara que era un pésimo chiste, según ella, lo único que tenía a más de sus encantos culinarios, era la comedia, cuan equivocada estaba.

Cenamos su famosa tortilla de papas, y nos fuimos a nuestros cuartos, me asome a la habitación de Bel, ella ya estaba en su cama dormida, mamá me dijo que se había entretenido y tanto que fue inevitable que no tuviera sueño, me metí a mi habitación que por petición mía era a lado de la de Bel, me cambie de ropa, y caí dormida a penas me arrope con las sabanas de mi cama.

Mis días con Ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora