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Suspiro recargandome en el asiento del copiloto y luego dándole un trago a mi café helado.
—No creo que esto sea seguro para ninguno de los dos. —Le digo quitando mis lentes oscuros y colocandolos sobre mi cabeza.
—Ya le he dicho que no me da miedo su marido. —Responde él de la manera más tranquila y natural posible, dándole un sorbo a su café sin apartar la mirada del frente. —Y de aquí no me voy hasta que le firme los papeles de divorcio ó me dejo de llamar Alexis Maldonado.
Dice seguro de si y ganándose un suspiro de mi parte.
—Ese hombre no va a acceder por las buenas. —Respondo antes de darle otro trago a mi café y desviando mi vista por la ventana del auto.
Y aunque no va a una alta velocidad, puedo ver como mi entorno pasa rápidamente.
El Licenciado había tenido la amabilidad de venir a comprobar mi estado en cuanto se entero de la situación y para ello necesitaba verme y así comprobar que yo estuviera en perfecto estado.
Yo me había negado asegurándole qué estaba perfectamente bien y que seguiríamos el caso a distancia para evitar problemas.
Pero evidentemente alguien insistió mucho en reunirnos para confirmar su hipótesis.
—Pues le tocará acceder a las malas. —Suelta de la nada, logrando así centrar mi atención en él.
Frunso el entrecejo viéndolo de manera fija.
—¿Cómo dice? —Agradezco internamente que no me lo soltó mientras bebía café.
—Lo que escucha, su marido no quiere por las buenas, qué sea por las malas. —Creo que mi cara de horror es evidente pues le veo soltar una pequeña risa cuando frena en el semáforo —No se alarme, no es tan grave como suena, me refiero a, darle motivos, buscar más profundo en la situación.
—¿Qué más profundo quiere buscar? —Inquiero regresando la vista al frente igual que él —Wilbur es "el hombre perfecto".
Lo último lo digo tratando de imitar el tono de voz de una de sus tantas secretarias, (qué sobra decir esta perdidamente enamorada del jefe).
Esas mujeres ya me odiaban con solo existir y peor fue la situación cuando se enteraron que quería dejar a "un hombre tan maravilloso como él" uhg, por mi que se lo queden.
—Algo debe haber —interrumpe mis pensamientos nuevamente —Tengo entendido que, aunque están casados por bienes separados... Comparten un negocio juntos ¿No es así?
Con aquella pregunta y su mirada sobre mi, hace qué la vergüenza se apodere de todo mi ser, por lo que termino colocándome los lentes de sol nuevamente, como si con eso logrará esconderme de todo.
—¿Eso a que viene? —Intento mirar a otra dirección, aunque en realidad quiero salir corriendo o lanzarme de la puerta, no me importa que vayamos a más de no se cuantos kilómetros.
—¿Actualmente siguen discutiendo los acuerdos del negocio juntos? —Yo niego —¿Por qué? Sí se supone que ambos son propietarios.
—Porque es un negocio con el cual ya no quiero tener nada que ver. —Respondo simple y tratando de disimular la vergüenza —¿Pero a que viene todo eso?
Lo observo de reojo cuando el pone en marcha el auto cuando el semáforo cambia a verde.
—Podríamos usar ese negocio como motivo. —Yo niego al instante —Yo cedí a dejarlo administrar mi parte y de todas formas siempre deposita mi parte de las ganancias mes con mes en una cuenta. —Lo escucho suspirar pesado —Además, tampoco quiero afectar su economía, para mi mala suerte William es un hombre honesto en los negocios también.
—Bueno, supongo que reduce mis opciones.
—¿Hay alguna otra? —Él asiente —¿Cuál?
—Infidelidad. —Dice sin apartar la mirada del camino.
—Pff, imposible acusarlo de algo así. —Lo veo negar.
—No él. —Murmura —Usted.
Me da una rápida mirada sería.
—¿Yo? —Asiente —No sé, quiero el divorcio, pero no creo poder hacerle algo así.
—Es que entonces no veo otra opción. —Explica.
Yo muerdo ligeramente mi labio inferior ante aquella propuesta.
Si rompo su corazón... ¿Wilbur finalmente me cederá el divorcio?
—Tengo una duda. —Interrumpe mis pensamientos y al no escuchar una respuesta de mi parte continúa hablando —¿De qué es el negocio que comparte con su marido?
Nuevamente el calor invade mis mejillas, por lo que termino bajando el cristal de la ventana para que me de aire fresco.
—¿Cómo dice que puedo ser infiel? —Pregunto tratando de desviar el tema.
Pero solo lo veo aguantar la risa y relamer sus labios.
—De eso me encargo yo. —Dice con una sonrisa ladina qué de alguna forma me hipnotiza unos segundos.
No sé que está tramando, pero a estas alturas cualquier opción es buena ya para poder librarme de mi prisión.
Aún si eso implica hacer algo en contra de mis principios y valores.
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Chales yo creía que iba a quedar más largo este capítulo 😭
Posta al primer abogado qué me venga a decir "Moon los divorcios exprés y bla bla bla" lo funo, déjenme echarle crema a mis tacos.
Mi profe de derecho estaría muy decepcionado, pero nimodo, fanfic es fanfic profe 😔🤝🏻
Ahora así, a mimir qué mañana tengo que grabar comercial o una mamada así (kill me please)
Cuídense mucho, tomen agua, no se desvelen como su pendejo, coman verduras, los tkm
