"¿T/n?" Su voz es tan tranquila, tan insegura "Hola, cariño", se deja caer suavemente sobre tu marco descartado, sin importarle que sus manos estén teñidas de rojo y que sus uñas estén cubiertas de sangre. "Estoy aquí", susurra, "está bien, estoy aquí". Sus ojos recorren tu cuerpo, su voz queda atrapada en su garganta mientras sus labios se tambalean, tratando de contenerse mientras miras hacia arriba sin vida. "Oh", murmuró, alzándote, tu cuerpo inerte moviéndose con sus movimientos, " Oh ", dirá una y otra vez mientras revisa tu pulso, un aleteo de tus párpados, cualquier cosa para mostrar que eres. estoy vivo "No", aprieta tu mano fría, una, dos, tres veces, algo que ustedes dos hicieron para ser su señal de amor, "No, no, no" Él espera tan pacientemente por ese pequeño apretón de vuelta, esa pequeña señal de que mataría por tener una vez más “T/n, cariño”, se ahoga, su voz limitada por el cierre de sus pulmones, “Estoy aquí. Luchaste muy bien, ¿sí? Lo hiciste muy bien”, besa tu mano ensangrentada, presionando el dorso contra sus labios acuosos. "Estoy tan orgulloso de ti, cariño", sus lágrimas hacen que el color carmesí los manche a los dos de un rojo acuoso y desagradable. "Lamento no haber estado aquí para ayudarte, T/n, pero estoy aquí ahora", besa tu otra mano y la vuelve a apretar con la esperanza de que puedas responder a esta. Quiere decir más, disculparse, decirte cuánto te ama, contarte el futuro que planeó, pero Gojo no pudo. Así que presionó su frente contra la tuya, una última despedida hasta que tuvo que dejarte para que los médicos te encontraran.
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TOJI ZEN´IN
"Oye", llama por encima del hombro, colocando su abrigo embarrado sobre el marco de la puerta, sin mirar tu figura en la cama mientras se quita el resto de la ropa. "¿Quieres ver ese nuevo lugar de ramen en la calle mañana?" Pregunta mientras entra al baño, limpiándose la cara de cualquier suciedad del día. "¿Ya dormiste?" Él grita, pero esta vez un poco más suave en caso de que estés durmiendo. Se rió suavemente para sí mismo cuando no obtuvo respuesta, secándose las manos en la toalla, saliendo mientras se dirigía a la cama principal. Pero se detuvo a pocos metros de él, con el corazón dando tumbos en su garganta al ver la sangre. Sus ojos se posaron en las sábanas de la cama solo para ver tu costado ahogándose en el color. Buscó a tientas sus pies, corrió a tu lado, tiró la manta solo para ver un cuchillo que sobresalía de tu corazón, la daga se alineaba con energía maldita. Tus ojos brillaban, aún abiertos, aún con el mismo tono que él recordaba, aunque un poco más apagados. “¡Mierda , mierda, mierda, mierda! Dice una y otra vez, comprobando el pulso, tratando de ver si puede hacer algo para ayudar. Pero él sabía que con la cantidad de sangre perdida, con el cuchillo clavado en tu corazón, no había forma de salvarte. No podía adivinar quién debe haberlo hecho, pero lo redujo a una de las muchas personas que lo querían muerto a él o a alguien que le importaba. "¿T/n?" Toji no confiaba en sí mismo para decir tu nombre, limpiando un poco de sangre de tu mejilla, tratando de deshacerte de tu hermoso rostro de esa cosa espantosa. "Lo siento", se dejó caer de rodillas, encerrando tu pequeña mano alrededor de las dos grandes, llevando tu puño cerrado a sus labios mientras los besaba con cautela, sin saber qué más hacer. "Lamento no haber estado aquí antes" Siento haberte fallado, cariño. No lo sé..." Y las palabras se calmaron cuando todo comenzó a registrarse en su cabeza, sus palabras se ahogaron en un balbuceo ininteligible. "Lo siento mucho, T/n" "Pero vas a tener que esperar un poco más por mí, ¿de acuerdo?"
