Venezuela
07 de julio del 2023
Querido padre
Te escribo esta carta aunque nunca la enviaré y nunca leerás, una carta cuya letras el viento se llevará y el olvido devorará, pero sin embargo, quiero imaginarme que desde el cielo la ves.
No sabes cuánto te extraño pero sobre todo te amo, durante años me he perdido y aunque digo que acepto tu pérdida, solo engaño a los demás y a mi corazón, perderte a ti fue como perder las ganas vivir, durante años me he sentido miserable, por haber rechazado aquella salida que me ofreciste, que en mi inocencia, no sabía que sería la última que me pedirías, padre, aún recuerdo ese momento, no he logrado borrarlo de mi memoria, un viernes te rechace; pensado que habría una próxima vez, un domingo tu luz se apagó llenando mi mundo de un frío de solador.
Padre, siempre pienso en tu sonrisa, tan brillante como el sol, pienso en tus abrazos que me llenaban de seguridad y protección, pienso en tus palabras de aliento, en tus consejos que me llenaban de valor.
Jamás pensé que te necesitaría tanto.
Ahora cada vez que veo un espejo, un fantasma es lo que veo, una cáscara vacia es lo que reflejo, ya no puedo seguir fingiendo, mil veces me preguntaré ¿Por qué tú? ¿Por qué no yo? Es una culpa tan pesada y amarga que me consume el alma, el día que te fuiste sentí que mi único motivo para vivir se perdió. Y sé que es el ciclo de vida, que la muerte es lo más seguro que tenemos. Todos es incierto menos la muerte, es segura y paciente pero sobretodo siempre nos sorprende, aunque sea una realidad cruda y cruel, como logro convencer a mi corazón de que así es el tiempo de Dios... Pero mi mayor culpa, es qué a pesar de mi delicada salud; de haber estado muchas veces en gravedad, siempre vuelvo, pero tú mi viejo, no nos diste tiempo de nada, un día estuviste y al otro tu corazón dejo de latir, y me preguntó ¿Por qué si he estado en tanta gravedad aun no me he ido? ¿Por qué no puedo volver a estar contigo? ¿Por qué a mí me dan la oportunidad que a ti te han quitado? Lo he intentado papá, y me avergüenza decir que me cuesta mucho seguir, solo me mantengo porque no quiero decepcionarte más. No sabes cuánto te extraño cuanto necesito que me aconsejes, que ahuyentes mis miedos. O cuántas veces me duermo, rogando poder verte un momento.
Papá, es difícil esto que siento y el dolor es tan inmenso es como si cada latido enviará fuego a mi venas, como si cada respiro fueran pedazos de vidrios en lugar de aire.
No se qué hacer, no se qué voy hacer, padre hace mucho tiempo deje de vivir, solo quiero estar contigo, no soporto el vacío que llevo conmigo que nada, ni nadie llenará. Es como estar perdido en un océano inmenso y eterno lleno de tantos misterios y muchos lamentos, solo que no es un océano en donde sumerjo, es mi mente quien me ahoga y no deja salir de este agujero.
Perdóname papá, perdóname por no luchar, perdóname por no seguir adelante. Se que estás en un mejor lugar, que eres feliz, aún me duele dejarte completamente ir. Se que esto te hará sufrir, pero mi corazón es tan egoísta, que realmente no sé cómo seguir.
Padre aquí dejo las palabras que nunca diré en voz alta, espero con ansias poder encontrarnos de nuevo.
Con amor
Tu nieta: Michelle
