sᴜᴄᴋ ɪᴛ| ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘ

𝗜𝗜𝗜

Las palabras podrían verse como juguetonas, pero mierda, se siente como si las extremidades de Kim se hubieran convertido en gelatina y su corazón hubiera comenzado a acelerarse contra su pobre pecho. Ella traga.

Jennie cambia su cuerpo para que esté sentada sobre sus rodillas, sus ojos van a la deriva hacia Roseanne por unos momentos. Realmente va a hacer esto. Inhala rápidamente, pero no tiene sentido porque se siente como si sus pulmones se hubieran apretado, torcido en un nudo para que no pueda pasar el aire. Sus ojos vuelven a bajar y coloca sus manos sobre las rodillas de la rubia, separándolas y acercándose al borde de la cama, las rodillas aún clavadas en el piso alfombrado. Está entre las piernas de Roseanne y está haciendo que Jennie se sonroje como loca, una mano en su mejilla y sentirás el calor que irradia al instante.

- De nuevo, si tienes dud-.

- Park, cierra la boca.

Jennie sabía que Roseanne solo estaba tratando de asegurarse de que estaba cómoda, pero estaba cómoda, más que cómoda, pero no se lo iba a decir la otra mujer.

- Nos estamos poniendo luchadoras, ¿verdad? Realmente lo quieres tanto, ¿eh? -La rubia bromea y está usando ese tono, condescendiente de una manera que hace que la castaña sienta que el calor corre por sus venas. Odia cómo la hace retorcerse. Odia cómo en realidad la ama.

- Dije que cierres la boca.

Es su forma de no negarlo con lo que se siente como si aún mantuviera algo de su orgullo, pero siente que Roseanne lo sabe. Que de repente hizo clic para Roseanne y ahora sabe que Jennie no está haciendo esto por la apuesta, lo está haciendo porque quiere. Sin embargo, nadie lo dice en voz alta, o al menos, no en ese mismo momento.

La castaña mueve ambas manos por los muslos de la menor, encontrando el camino hacia el botón superior de sus jeans. Su mirada se desplaza hacia arriba para encontrarse con la de Roseanne, como si estuviera pidiendo permiso en silencio. Ella asiente y Jennie comienza a desabrochar el botón, los dedos se mueven rápido, más rápido de lo que a ella le gustaría, pero en este punto, realmente no le importa una mierda. Desabrocha la cremallera y luego enrolla sus manos alrededor de la parte superior de la tela, tirando hacia abajo para que los jeans se acumulen en sus tobillos. Con un rápido movimiento, se los quita por completo.

- ¿Cómo estás medio dura ya? -Jennie deja escapar un ligero bufido mientras sus ojos se desplazan hacia el bulto que se forma debajo del material de los boxers de la rubia.

- Cállate y solo dame la mamada. -Roseanne se ríe. Al escuchar las palabras dirigidas a ella, Jennie se siente de muchas maneras; ella adivina que lo absurdo de eso es lo que hizo reír a la menor. Es raro, jodidamente raro. Jennie decide que le gusta lo raro. Dios, Jennie quiere que siempre sea rara.

Jennie pone los ojos en blanco y mueve su mano para empujar su palma contra el bulto en los boxers de Roseanne. Se pregunta si Roseanne puede oír su corazón y lo fuerte que late, mientras la rubia se pregunta si Jennie sabe que ella también es dura. El calor acumulado en la parte inferior de su abdomen está empezando a volverla loca, estaría mintiendo si dijera que no quería sentir el peso de la polla de la rubia en su lengua, tal vez tenía una fijación oral. Más probablemente.

- Mierda, deja de bromear. -Park sisea, mordiéndose el labio inferior entre los dientes. Jennie mira hacia arriba y la vista la hace sentir como si se estuviera derritiendo.

- Hago lo que quiero.

- Tontita. Dije que dejaras de bromear.

Jennie se congela, traga saliva antes de reunir una mirada para dársela a la otra. Sin embargo, es inútil porque la castaña ya está doblando los dedos debajo de la cintura de los boxers de Roseanne. Inhala rápidamente y contiene la respiración mientras comienza a quitarle los bóxers, los ojos permanecen inmóviles, casi un poco descaradamente.

Se los quita por completo, arrastrando los pies hacia adelante una vez más antes de envolver una mano alrededor de la polla de Roseanne, sintiendo que se le hace agua la boca solo al verlo, porque joder. Kim Jennie estaba equivocada, jodidamente equivocada cuando se refirió al tamaño como cualquier cosa que caiga en la línea de 'pequeño'. Prácticamente puede sentir la intensa mirada de la rubia.

Jennie avanza, usando su mano para guiar la polla de Roseanne hacia su boca, su lengua presiona contra la cabeza y siente que su corazón se acelera.