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⚠️Advertencia⚠️

El siguiente capítulo incluye elementos de bestialidad, si eres sensible a este tipo de contenido por favor no continues la lectura.

🐾

El tiempo transcurrió sin incidentes, a pesar de que no hacía más que recostarse y leer libros. A veces tenía la sensación de que acababa de traer a Ben, sin embargo, el animal ya había crecido del tamaño de un perro mediano. Como si conociera los sentimientos de Kyle, Ben insistía en ir a caminar todos los días y se ponía a ladrar muy fuerte desde la mañana. Sin odiar eso, Kyle arrastraba su cuerpo somnoliento al amanecer e iba a dar la vuelta con Ben alrededor de la casa. De esta manera igual cumplía con su ronda de ejercicio regular. 

"Hoy no podemos salir. Está lloviendo".

Para una persona normal, no sería un problema salir con un paraguas pero para Kyle este clima era demasiado.

Los sirvientes que fueron testigos de que cayó enfermo justo después de traer a Ben en un día lluvioso, tuvieron más cuidado de no dejarlo salir cuando había lluvia pronosticada. A raíz de ello, Ben también comenzó a darse cuenta que no habrían paseos si el clima era lluvioso, lo que lo desanimaba un poco.

"Uh, uh, uh, uh."

Como si quisiera expresar su disgusto, Ben levantó la cabeza y lloró débilmente.  Mientras le acariciaba la cabeza, Kyle pensó que la forma de llorar de Ben se había vuelto bastante madura. La forma en la que bajaba las orejas era muy linda. Los ojos de Ben eran de un color ámbar, similares a los suyos. Sin embargo, a diferencia de él, que emitía una luz clara, la de Ben era totalmente la mirada de una bestia. Le entristeció el hecho de que cuando creciera más tendría que sacarlo. Ya podía sentir que iba a extrañar dormir en la misma cama y despertarse juntos por la mañana. En las noches que no podía dormir, solía tocar la piel cálida de la barriga de Ben bajo el pelo ondulado y sus ojos se cerraban rápidamente. Ya se había encariñado mucho con el. 

"Hoy nos quedaremos en casa… Voy a poner una manta aquí, puedes acostarte".

Kyle dijo eso y comenzó a leer un libro. Ben hizo lo que se le dijo, tranquilamente se acostó boca abajo. 

Era hora de leer mientras disfrutaba de la sensación del pelo en los dedos de los pies.

 “Está bien,oh…, puaj...”

De repente, Ben se levantó de la manta gimiendo y comenzó a dar vueltas alrededor de Kyle. Kyle, que estaba concentrado en su libro, le preguntó qué estaba haciendo, aunque claro, no había manera en la cuál Ben pudiera responder. Solo se mantuvo repitiendo el comportamiento de gemir y dar vueltas.

"¿Qué haces? ¿Pasa algo? ¿Ben?"

Al llamar su nombre, los ojos de Ben brillaron de forma instantánea. Inmediatamente levantó el cuerpo, saltó sobre sus patas delanteras, aterrizó sobre Kyle y comenzó a frotar la parte baja de su abdomen inferior en la pierna de Kyle. Para ser exactos, estaba frotando sus genitales que sobresalían de su cuerpo. Cuando Ben se aferró a su pierna y comenzó a hacer tal cosa, Kyle se avergonzó.

"¿Ben... Ben, por qué estás haciendo esto?"

Alguna vez leyó en un libro sobre el celo de los perros. Ahí decía que normalmente se realizaba una operación de castración para que ya no suceda, pero se preguntaba si Ben también necesitaba ese tratamiento. No obstante, debido a que vivían en una zona muy alejada, tendrían que viajar hasta la ciudad para poder ir a una veterinaria qué lo opere. En ese momento, se arrancó de la cabeza ese pensamiento. Primero tenía que apartar al animal que montaba su pierna.

El secreto de Evan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora