Golden hour (GilgameshxArturia) [Headcanons]

Capitulo largo

He escrito que, aquellas cosas que no puedes poseer suelen ser las más hermosas. Cuando lo dije no me refería al objeto en sus manos si no a los invisibles sentimientos en el aire, pero ¿si nadie le enseño a amar? ¿si nadie le dijo como debía querer? ¿qué puedo esperar de un especimen que se aferra a un sueño volviéndose egoísta solo para cumplirlo? en su mirada podía leer el poco agrado que sentía al tenerme cerca pero ¿cómo guardo mis sentimientos al ponerme a su lado? ¿cómo apagó mis ojos para que no note como ardo por dentro de cariño?. Sencillamente no había química, tampoco había solución ¿y de verdad me quedé ahí quieto esperando el momento de duda para su cambio de respuesta? ¿en realidad esos estúpidos ojos me hicieron olvidarme de mi por un momento?, mi orgullo va a repudiarme después de esto, mi cabeza no terminará de señalarme las mil cosas y palabras que dije e hice mal solo por como ella me dejaba esclavizado. Sencillamente, egoísmo eran mis sentimientos y crueldad sus respuestas ¿o es que un mestizo no puede estar con un rey? ¿o simplemente debo entender que jamás va a quitarse esa corona? oh, es que solo queda mirar como nunca voltea a mirar como me hundo en mi amor.

Se conocían hace ya mucho tiempo, sabían ambos quienes eran y quiénes habían sido, así que para ambos reyes no fue novedad verse de nuevo. Más sin embargo para el rey Babilónico el volver a ver a Pendragon era como volver a hundirse en un mar de sentimientos que no podía explicar ni tampoco deseaba hacerlo.
-Rey dorado, es bueno saber que sigues vivo- bromeó la mujer mientras guardaba su espada, bromear no era algo que Saber hiciera con frecuencia pero en esa ocasión, no se encontraban por necesidad de una pelea; simplemente que tenían una misión juntos
-Saber, a mi también me alegra verte, otra vez- dijo mientras sonreía, aquella sonrisa no era tan falsa ni tanto una mentira sus palabras, solo era un pequeño comentario sincero dentro de una conversación llena de actuación.

Ambos monarcas estaban ahí para ayudar a un grupo de personas que habían escapado de su lugar natal gracias a la guerra y al no tener ayuda el alma de estos Servant ahora se encontraba a su servicio al menos hasta cruzar el bosque y un pequeño trozo de mar para llegar a dónde serían recibidos. El grupo era de unas 20 personas, bastante pequeño; pero constaba de tres familias.
-Dejenme ayudarles a cargar esto- dijo Saber mientras cargaba algunas bolsas que llevaban las mujeres quienes agradecidas sonreían, Gilgamesh por otra parte dirigía aquel recorrido mientras cuidaba de los niños quienes le parecían muy dulces y mientras caminaban empezó a sumerjirse en sus pensamientos.

Si tuviera un hijo con Saber...¿cómo sería? ¿qué le gustaría? ¿a quién se parecería más?..sería tan bonito como ella, en caso de tener una niña; sería la niña más hermosa del planeta, digna hija de ambos reyes como lo somos ella y yo.

-Gilgamesh, lamento interrumpir tu meditación pero hay que detenernos a descansar, pronto llegaremos a dónde está el barco y una vez en el lugar destinado debemos cuidarnos he estado escuchando y dicen que hay unas enormes bestias hambrientas y peligrosas a las que deberemos matar así que- el rubio asintió con una sonrisa y volteó para dirigirse al grupo
-Descansemos, nos espera un largo viaje- las madres comenzaron a alimentar a sus hijos y esposos mientras los demás se sentaban a la sombra de unos árboles para relajarse.

Mientras tanto, Gilgamesh se alejó un poco de todos y empezó a fantasear su vida de casado con Saber. Se imaginaba viviendo con ella en un enorme castillo, amandose mutuamente, abrazados por las noches, teniendo intimidad de pareja, amanecer a su lado y mirarla en cuanto se levanté para llenarla de besos y decirle de mil maneras como la amaba; esos pensamientos eran constantes en el de ojos rubí.

-Rey de los héroes ¿no comerás nada?- preguntó Saber mientras comía toda la comida que le habían estado regalando durante el descanso, al no ver respuesta del rubio se sentó al lado de el y le ofreció algo de comer-Un rey debe alimentarse bien si quiere estar fuerte- el contrario le miro y sonrió un poco mientras tomaba un trozo de pan
-Tu eres de un buen diente ¿no es así?- la mujer asintio- Eso es bueno, por eso eres tan fuerte Saber.