A dónde sea que vayas (largo)

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Si hay algo que el rey de los héroes disfrutará más que el vino y una buena sesión de descanso admirando sus posesiones, era mirar a la hermosa mujer que robaba su atención. Cuando ambos monarcas estaban en una habitación juntos, sin importar cuántas más personas hubiera en la estancia el rubio de ojos carmesí solo miraba a la ojiverde.

-Amigo, Gil- dijo Enkidu mientras tocaba el hombro de su acompañante, el mencionado salió de su trance y miro a su amigo con una sonrisa.

-¿Qué sucede?- el peliverde frunció un poco el ceño al darse cuenta que lo habían estado ignorando, pero curioso por el motivo de que su amigo no se prestará a la charla como suelen hacerlo preguntó.

-¿Qué piensas o qué miras?-ante la pregunta de su amigo el rubio se sobresalto un poco dirigiendo su mirada en la copa medio vacía que yacía en la mesa.

-A nadie, solo pensaba en que este vino no es tan bueno como el de Uruk-declaró al fin para "cerrar" aquella conversación, pero su amigo no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente.

-Si es así, cuéntame de que color son los ojos de su majestad Pendragón- sin ser ninguna sorpresa escuchó el suspiro de su amigo rubio.

-Verdes, son tan suaves como la seda, deslizarme en ellos es lo que más deseo un deleite total el mirarla, sus pupilas, cuando se tensa, cuando sonríe, cuando está en total calma su mirada a momentos es tan...irreal- Enkidu respondió su pregunta por si solo, se dio cuenta que su amigo seguía sin superar al rey de los caballeros tras ser rechazado brutalmente desde la última cena de monarcas.

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Fue hace nueve meses que sucedió, a mediados de cada estación los monarcas solían reunirse como un hábito para mantener la paz entre naciones Iskandar el rey conquistador solía hacer aquellas reuniones para poder ver a sus amigos y tras el festejo con los monarcas en general tenia un festejo mas personal con sus amigos de confianza el rey de los héroes y el rey de los caballeros

-¿Qué tal la celebración este año amigos míos?- Arturia dio el sello aprobatorio con su agradable sonrisa sentada frente al banquete

-Como siempre amigo, una maravilla tanto para mi como para mis amigos- Siduri y Enkidu solían ser invitados para acompañar y servir a su rey pero terminaban disfrutando de las comodidades como cualquier participante de aquel festejo

-Es una alegría, ustedes son mis más grandes amigos a pesar de los años, me agrada verlos y pasar el rato juntos- Gilgamesh como siempre asintió sonriente.

-Me retiro a dormir, mañana nos encontramos en el desayuno. Buenas noches-declaro Arturia mientras salía de la habitación, Gilgamesh quien había estado guardando algo desde el inicio de la cena guiño el ojo a sus amigos y salió tras la rubia.

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-¡Arturia! ¿puedes escucharme un momento?- pidió amablemente Gilgamesh mientras la rubia volteó y educadamente escuchó- Es un deleite poder estar aquí contigo de nuevo, puedo ver que tú actitud igualada a la de un León no se ha discipado.

-Agradezco tu cumplido, pero no entiendo el propósito a esta plática- el contrario asintió firme y continúo.

-Es verdad mi amada Arturia, es mejor ir directo al plato fuerte de esta cena- después de eso se arrodilló y sacó aquella caja forrada de una tela terciopelo roja que había estado escondiendo- Dame el honor de ser el hombre con el que pases el resto de tus días, te convertiré no solo en la mujer más dichosa si no en la más poderosa, déjame tenerte mi hermosa leona, déjame demostrarte el inmenso amor que siento por ti, el amor que ni el agua del Eufrates puede llevarse.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2023 ⏰

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Golden hour (GilgameshxArturia) [Headcanons]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora