SUGGAR DADDY [VEGASXMACAO]

♥︎ 08 ♥︎

                                      ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 8
                    ❀•°•═════ஓ๑♡๑ஓ═════•°•❀

— ¿Falta mucho para llegar daddy? — pregunto con voz tierna.

— Solo unos cuantos pasos más pequeño — contesto teniendo sus manos sobre los ojos de Macao para que aún no viera su sorpresa.

Macao hizo un tierno puchero y siguió permitiendo que Vegas lo guiará hacia su sorpresa. Al llegar, Vegas lentamente apartó sus manos, permitiendo que Macao parpadeará unas cuantas veces hasta que su visita dejó de ser borrosa.

Sus ojos, al igual que su boca, se abrieron de la impresión al ver la hermosa decoración que Vegas había preparado especialmente para él. Camino hacia el frente, deteniéndose frente a la mini mesa para luego sentarse en una de las almohadas, levantó su mano izquierda para acariciar unas pequeñas flores que decoraban la mesa.

— ¿Esto es parte mi? — le pregunto en un susurro que a penas Vegas pudo escuchar.

— Sí, pequeño — contestó mientras su mano tomaba la barbilla de Macao para que volteara a verlo.

— ¿Pero por qué? — preguntó de nuevo sintiendo como los dedos de Vegas acariciaba con suavidad su barbilla.

— Macao — murmuró lamiendo sus labios secos sin apartar su mirada de los ojos de Macao — Sé que llevamos poco tiempo de conocernos, pero — hizo una pausa cerrando sus ojos por unos cortos segundos para después soltar un suspiro y volver hablar — Desde el primer momento en que mis ojos miraron los tuyos sentí algo dentro de mí — con sus dos manos tomó las manos de Macao las cuales llevó hacia su pecho poniéndolas donde se encontraba su corazón — Fue un sentimiento que hace muchos años no sentía — una sonrisa nerviosa apareció en sus labios — Y créeme que tengo miedo… Tengo miedo a salir lastimado, aunque la verdad sé que tú no me lastimarías — aseguró regalándole una sonrisa verdadera al final.

— Por supuesto que no — murmuró apartando una de sus manos del pecho de Vegas para acariciar la mejilla del mayor con su mano mientras le sonreía tiernamente.

— Y es por eso que quiero arriesgarme — soltó la mano de Macao y llevo su mano derecha adentro de su saco para sacar del bolsillo una pequeña caja de terciopelo con forma de rosa.